El secretario general de Hezbolá, su eminencia Sayyed Hassan Nasrolá, afirmó este lunes que las amenazas takfiríes hoy en día son parecidas a los acontecimientos ocurridos el año 61 de la Hegira (el día de Ashura), ya que el movimiento takfirí representa un verdadero peligro sobre el Islam y difunde falsos conceptos sobre las enseñanzas islámicas.

La  responsabilidad principal en la lucha contra los grupos terroristas de ideología takfirí (Daesh y sus colegas) recae sobre el Gobierno de Arabia Saudí, afirmó Nasrolá.

En su discurso en el recinto de “Sayyed al-Shuhadaa”, en el marco de la conmemoración de Ashura, Nasrolá apuntó que los takfiríes están llevando a cabo la "deformación" más grave del Islam en toda la historia debido a la imagen que dan los medios de comunicación internacionales de esta religión a causa de sus actos.

"Los takfiríes presentan a los musulmanes como un grupo sediento de sangre. Esto provoca que se asiente un concepto falso sobre el Islam", señaló. "El pensamiento takfiri se basa en la anulación del otro, el derramamiento de sangre, la apropiación de bienes privados y la esclavitud de todos aquellos que difieran con su forma de pensar", añadió.


Así, sostuvo que las autoridades del reino saudí han de cerrar las escuelas existentes en el país y las abiertas en otros países de la región con fondos saudíes para expandir la ideología takfiri.

"Arabia Saudí sufrió en el pasado y sufre hoy en día esta corriente y ha de asumir sus responsabilidades. No es suficiente crear una coalición internacional para luchar contra Daesh, sino cerrar las escuelas que dan diplomas a estos milicianos", dijo Nasrolá.

"Pido a los ulemas -eruditos del Islam- de esta corriente wahabí que revisen su visión y acepten a otros ulemas suníes y chiíes para iniciar un diálogo acerca de las ideas que propagan por el mundo", agregó.

Nasrolá apuntó que el origen del movimiento takfirí es la ideología wahabí (difundida hace cien años por Mohamed abdul Wahab en Arabia Saudita), y los partidarios y seguidores de esa ideología no siguen la doctrina del Islam ni del profeta Del Islam. La solución debería ser intelectual y cultural contra esa ideología destructora.