Una importante biblioteca de varias décadas de antigüedad, perteneciente a un cura griego ortodoxo, fue incendiada este viernes en Trípoli, en el norte de Líbano.


Los enemigos de la cultura y el conocimiento, motivados por el odio y el rencor prendieron fuego en una biblioteca de cuarenta años de antigüedad que contenía más de 85 mil libros y manuscritos.


El partido libanés Al-Mustaqbal, dominante en la ciudad norteña, intentó justificar el acto criminal de los “nuevos barbaros” alegando que la agresión contra el propietario de la biblioteca, el padre Ibrahim Suruj, tiene que ver con la implicación de Hezbolá en la guerra siria, una excusa que demuestra hasta qué punto llega la ignorancia y la impertinencia de este grupo.


El Patriarca Maronita Bechara Raí condenó la agresión. “La mano criminal takfirí atentó contra la cultura incendiando la biblioteca Saeh en Trípoli” manifestó.

De otra parte, activistas se concentraron en el centro histórico de Trípoli, la segunda ciudad libanesa, donde se encuentra la biblioteca, en señal de solidaridad con el padre Suruj.