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Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

Negociar la libertad

Por Cecilio Mingo (Escritor, Artista y Poeta)


Es bien sabido en el Medio Oriente que la única opción de negociar libertad para los cientos de patriotas libaneses, presos en las cárceles de “Israel” desde la ocupación de los noventa, es que Hezbolá emprenda misiones arriesgadas y violentas, saltando la electrificada barrera para secuestrar soldados judíos más allá de la frontera, y tal rutina con eficiencia cumplida, era negociada siempre por ambas partes en los últimos años, canjeando prisioneros libaneses por militares israelíes capturados.

El nuevo Gobierno israelí, sin embargo, cambió las reglas del juego calificando de ofensa bíblica al reciente secuestro de dos soldados, valorados al nivel del Mesías prometido que dicen estar esperando. Y lo pretendido lograron: desviar la atención del mundo preocupado por Afganistán, Iraq y Guantánamo donde su poderoso aliado norteamericano miente ya por no callar. ¿Qué diría la opinión internacional y qué las gentes, si la información fuera creíble y decente, y no falseada o silenciada por las falacias israelíes o por quienes los apadrinan y consienten? Cítenme al beneficiario de un crimen y por ahí andará el criminal.

Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

Pero el Alto Mando israelí subestimó la resistencia de las bases populares libanesas y a la guerrilla defendiendo Maroun Er Ras de los tanques manteniéndolos en jaque por más de una semana, y al igual que en la cercana ciudad de Bintjbeil. Al Hezbolá despreciaban, a su organización y armamento, pero luego en cuestión de momentos, los guerrilleros con cohetes destruyeron algún que otro avión primero, cuatro helicópteros luego, ciento cuarenta y cinco tanques después y cuatro fragatas mar adentro listas ya para el bombardeo. ¡Esto ya no puede ser! enfurecidos acusaron los políticos israelíes, mientras su ensoberbecido Ministro de Defensa, ahora irrevocable renunciaba a su Cartera.

Según la evaluación técnico-económica de los daños producidos por la invasión, los costes de la reconstrucción alcanzarán casi los dos mil quinientos millones de dólares y, en la Conferencia de Estocolmo reunida para analizar el desastre, la Comunidad Internacional humana y solidaria prometió la reconstrucción de Líbano destruido por “Israel” ¿Pero cómo obtener los recursos financieros? ¿Y quiénes los donantes? ¿Se cumplirán los ofrecimientos de reconstrucción? ¿O pasará igual que con las promesas al África Subsahariana, o con el hambre del mundo, los Objetivos del Milenio y el siete por mil del Producto Interno Bruto de cada País del Norte en beneficio de los países en vías de desarrollo?, tantas promesas baldías para cooperar al progreso del Tercer Mundo, ofertas de los políticos para descargar sus conciencias.
¿No sería más lógico hacer que quien destruya, pague la reconstrucción? ¿O no existen fuerzas de coerción para forzar a “Israel” sin pretextos, a cumplir sus obligaciones con sujeción al internacional derecho? Lo que se dijo en Estocolmo sobre la contaminación al planeta es aquí válido: “quien contamine pague”. Dios nos libre del palabrerío y confunda a los políticos que se ufanan de comprometidos.

A lo largo de la frontera

Aterra la cerca electrificada que circunvala la frontera israelí para evitar furtivas misiones de la guerrilla de Hezbolá. Pero como en tantas peligrosas acciones, bien demostradas ya, no existen bastantes obstáculos para frenar la bravura de los fieros partisanos, cuando el portentoso Profeta inspira sus incursiones y el todopoderoso Alá, siempre a su lado, a los comandos protege.

Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

La UNIFIL2 con sus contingentes de fuerzas extranjeras patrulla hoy con tanques y jeeps a lo largo de la frontera, en prevención de insurgencia en ambos frentes y, a su alrededor, observa ¿impotente? la destrucción atroz e ingente sufrida por el Sur. ¿Por qué no estuvieron sus tropas presentes algunos meses antes?, a buenas horas llegó la ONU, practicando ¡Oh Dios! la inconsecuente política de hechos consumados, ¿y ahora? ¿no pudo preverse tanta muerte? ¿O es que los no funcionaron políticos, ni la inteligencia y sus servicios? ¿Dónde van nuestros impuestos y por qué los pagamos?

Y hoy las sufridas gentes, guardando silencio aguardan conscientes de que, enfrente y contrariado, está Israel con sus tanques y soldados, sin saber por cuanto tiempo permanecerán bien portados al gusto de la UNIFIL, del mutismo europeo y del de los americanos ¡qué asco! ver a las fuerzas de la ONU protagonizando iguales escenarios de violencia en Congo, Somalia o Afganistán sin visibles resultados de alcanzar la paz.

Luz, colores, música, aire, cantos, prosa, versos, bendiciones fueron inspiración de mi alma alumbrando mi esperanza, hoy, ya,…después de lo visto en tanto anochecer sin luna….., vago entre tinieblas preso de espantoso temor, gritos de angustia y dolor, palabras sin conversar, aire sin respirar, maldiciones y venganza respondiendo a tanto horror.

Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

Los periódicos occidentales complacientes siempre con las acciones bélicas israelíes, presentan en los diarios noticias sesgadas y vergonzantes informes televisivos, mostrando al público que los cohetes caseros lanzados por Hezbolá contra “Israel”, habrían causado parejo impacto en su territorio, el mismo, y lo proclamaron con cinismo para desvirtuar la guerra unilateral iniciada con un potencial bélico espectacular para producir ingentes destrozos en vidas e infraestructura en el desmilitarizado Sur de Líbano. Sepan que a cuatro meses de la invasión; en peligro de explotar yacen miles de bombas de racimo, minas y donas sin estallar en patios de escuelas y predios de hospitales, por lo que hay que denunciar ante la opinión internacional con mayor contundencia y calor, que la invasión israelí fue concebida como plan de ataque sistémico contra la población civil.

Hasta aquí llegamos

Por reconocimiento al sufrimiento del pueblo israelí y sus historias y, en especial, por el holocausto perpetrado por el nacionalsocialismo alemán, la mayoría de nosotros fuimos desde siempre solidarios con "Israel". Nuestra educación occidental y cristiana nos inducía a esperar de sus hijos, tantas veces víctimas, la piedad y compasión derivadas de pasados padecimientos; sin embargo, crearon los israelíes un presente de resentimiento y terror de consecuencias futuras gravísimas para el Oriente Medio.

El pueblo de "Israel" comprenderá que las acciones bélicas contra El Líbano fueron abominables, desproporcionadas y conforme a un plan de aniquilación, diseñado por su Gobierno y perpetrado por su ejército. Como testigo presencial de lo sucedido no oculto mis emociones solidarias hacia la población libanesa después de ver tantos niños asesinados por las bombas y a cientos de viviendas familiares destruidas con muebles y utensilios, vivencias y objetos relevantes, tan vivos, de recuerdos entrañables y personales sentimientos.

No concederé ya nunca, nunca más, a los israelíes aquella admiración sentida por los adultos e idealistas de mi generación, por su ejemplar desarrollo y la vida en los kibbutz, nuestra compasión hacia los más débiles, y por lo que defendimos su causa en la Guerra de los Seis Días. Ahora, en cambio, la mayoría de los europeos con quienes trato admiramos a Hezbolá, y deseamos que el pueblo de “Israel” entienda esta vez, que la población civil de un país vecino no puede ser castigada en su conjunto por crímenes de individuos aislados, y que tal acción execrable no puede ser moral, ni jurídicamente aceptable.

Memoria de una Invasión ¡No Pasarán…! (parte II)

Los israelíes parecen haber olvidado: que Tito, el emperador romano, en el año setenta destruyera Jerusalén no dejando piedra sobre piedra, que en 1492 fueran expulsados de España por los Reyes Católicos y que, en los años cuarenta del pasado siglo, diezmada su raza en holocausto. Y grave es que si así siguen sin aprender de su historia, y no hay profeta sin gloria cuando pregona: “Sepa el gobierno de Israel que en el año…. de la era cristiana, podría el pueblo judío cosechar los frutos de las tormentas sembradas”.

Ojalá que la paz sea contigo, y con todos, y el más justo resarcimiento, estrategias sean de los próximos gobiernos en “Israel” y en el mundo entero, y que el Evenu Shalom Alehem de unos se identifique de hecho al Salam Aleikum de sus más próximos en el Oriente Medio.

| 25/09/2013