Hezbolá aumenta sus operaciones contra objetivos israelíes en apoyo a Gaza

En medio de amenazas israelíes y presiones externas, el Movimiento de la Resistencia Islámica en Líbano (Hezbolá) aumenta cada día más sus operaciones en el frente de batalla en respaldo a Gaza y en respuesta a las agresiones israelíes contra civiles del país.

Un total de 59 acciones militares en los primeros seis días del mes evidencian la presencia activa de Hezbolá en la confrontación y el compromiso de no detener sus ataques hasta el cese de la guerra israelí en la Franja de Gaza.

Los drones, misiles guiados y cohetes pesados de la Resistencia golpearon en el transcurso del mes los cuarteles generales del 411 Batallón de Artillería en Ga’aton, la sede de mando de la 210 División del Golán en Nafah y el recién establecido puesto del frente oriental en la División de Galilea (Nahal Gershon al este de Dishon).

Al mismo tiempo, las armas de Hezbolá impactaron en la base de la fuerza israelí 810 Brigada Hermon en el cuartel de Ma’aleh Golani en el Golán sirio ocupado y en el recién establecido cuartel general de mando del Batallón Liman.

Una de las operaciones más comentadas por los medios israelíes resultó el ataque aéreo con un escuadrón de drones contra una concentración establecida al sur del asentamiento de Elkosh, que provocó bajas en las filas del ejército sionista.

En estos primeros días, la Resistencia destruyó el radar de la Cúpula de Hierro y golpeó las ubicaciones de sus oficiales y soldados en el cuartel general del Batallón de Reunión Militar en Yarden en los Altos del Golán ocupados.

También, atacó a soldados israelíes desplegados en los asentamientos fronterizos de Shlomi, Shomera, Netua, Hanita, Metula y Kiryat Shmona y lanzó cohetes Falaq-1 a la sede general de la 91 División en el cuartel de Branit.

El jueves, la Resistencia lanzó por primera vez misiles antiaéreos contra los aviones de combate israelíes que rompían la barrera del sonido en un intento de aterrorizar a los niños, obligándolos a retirarse detrás de la frontera.

En este contexto, la prensa israelí advirtió sobre los riesgos de expandir la guerra con Líbano, al reconocer que tal decisión llevaría a la entidad al borde del abismo, especialmente con la falta de legitimidad internacional y un ejército agotado.

A propósito, el analista de asuntos militares del periódico Haaretz, Amos Harel, señaló que la guerra contra Hezbolá supondría un gran desafío para el frente interno, ya que el norte y el centro enfrentarían una amenaza de una magnitud e intensidad sin precedentes.