El gobierno de Líbano suspendió solicitudes de residencia para empleados de Acnur por presunta intimidación contra refugiados sirios que quieren regresar a su país de origen, refiere un comunicado.

Según el canciller, Gebran Bassil, la nota responde a la intención de empleados del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) de desanimar a los desplazados de un retorno a sus casas.

La declaración revela que hubo avisos a la agencia de la ONU sobre ese tema y en dos ocasiones se convocó a su jefa en Líbano, Mireille Girard, para evitar una decisión como la de marras.

Pese a lo cual, prosigue el texto, Acnur mantuvo su política de intimidación hacia los refugiados.

Las autoridades libanesas exhortaron al retorno a Siria, tras establecerse condiciones propicias para ese regreso, pero los representantes de la agencia de la ONU estiman que es muy pronto aún.

Con poco menos de un millón de refugiados sirios, Líbano enfrenta una situación crítica en cuanto a prestaciones de servicios básicos.