Fuerzas del Ejército y la Policía continuaban este martes en un despliegue total en Líbano, en previsión de acciones terroristas y violentas durante las fiestas navideñas.

En ocasión de las festividades por Navidad y Fin de Año, los órganos de la seguridad reforzaron medidas y hasta en la entrada de las iglesias colocaron efectivos armados.

Tras una exitosa campaña de desalojo de terroristas en todo el país, las autoridades libanesas temen por represalias de esos grupos extremistas.

El mayor peligro proviene, aseguran, de las células dormidas o de los llamados lobos solitarios que pueden realizar actos vandálicos en lugares públicos y de alta concentración de personas.

Las iglesias y mezquitas, por ejemplo, destaca un informe policial, pueden ser los sitios escogidos para llevar a cabo esos ataques.

Con tal motivo, los servicios de seguridad intensificaron su trabajo para mantener la seguridad y orden en varias regiones y garantizar la tranquilidad ciudadana, expresa una nota firmada por el ministro del Interior, Nouhad Machnouk.

El texto también solicitó completa preparación de la Defensa Civil.

La cartera del Interior tomó en cuenta la aplicación y reforzamiento de las medidas de seguridad durante las vacaciones, en especial en torno a espacios públicos, lugares de culto y otras áreas prominentes, según la comunicación.

También recabó evitar los disparos de celebración durante la víspera de Año Nuevo.