El secretario general de Hezbolá, Sayed Hassan Nasrolá, opinó que la dimisión del presidente del gobierno libanés, Saad al Hariri, anunciada ayer desde Arabia Saudita y a través de una televisión saudí (en exclusiva), ha sido forzada por el régimen saudí.

El líder de Hezbolá afirmó, en una intervención no prevista con anterioridad, que al igual que todos los libaneses se sorprendió por la renuncia de Hariri, aunque habría deseado que “no hubiera ocurrido de esta forma inoportuna”, ya que deja muy claro la evidencia de la injerencia saudí en asuntos internos de Líbano.

El líder de Hezbolá subrayó que los caracteres del texto de la declaración de renuncia leída por el propio Hariri indican que el “autor” es de nacionalidad saudí y no libanesa, por la forma y el contenido.

Nasrolá señaló que hasta el momento los libaneses, pueblo y Gobierno, no saben la razón de dicha sorpresiva dimisión, subrayando que tal vez tenga que ver con los cambios realizados el mismo día en el reino wahabita.

“Estamos preocupados por el paradero de Saad al Hariri, no sabemos si está bajo arresto domiciliario (en Arabia Saudita)” tal como se especula en la prensa, dijo Nasrolá.

El líder de la Resistencia llamó a la “tranquilidad” y la “calma” y aseguró que lo más importante ahora es “mantener la estabilidad” en Líbano y dejar que el proceso político “tome su camino”.

Nasrolá advirtió de los rumores sobre una nueva agresión israelí contra Líbano, asegurando que los “cálculos israelíes” no surgen de los “intereses saudíes” y los sionistas no emprenderán una “acción militar” si no están seguros de “ganar la guerra”, “ellos toman en cuenta los cambios regionales e internacionales y saben que la situación actual no les es favorable y difiere mucho de la del 2006 (cuando perdieron en su agresión contra Líbano)”, manifestó.

Nasrolá concluyó su intervención descartando cualquier acción militar contra Líbano por parte de Arabia Saudita y sus aliados, “vamos a esperar a ver qué pasa”, terminó.