El secretario general de Hezbolá, Sayed Hassan Nasrolá, anunció este miércoles que lo que se ha conseguido durante la batalla en las montañas de Arsal, contra el grupo terrorista Frente al Nusra, es “una gran victoria con las mínimas perdidas”, asegurando que “el plan de ataque fue bien estudiado y basado en las experiencias acumuladas por nuestros combatientes”.

“Estamos ante una gran victoria que se completará en los próximos días, o bien en el terreno de batalla o por las negociaciones”, dijo en un discurso televisado, en el que regaló el triunfo a los combatientes, a los heridos y mártires, y a todos los libaneses y los pueblos de la región que sufren del terrorismo takfirí.


El líder de la Resistencia inició su elocuencia enviando un saludo a los palestinos que defienden la Explanada de Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Al Quds, que obligaron a la ocupación israelí retirar sus nuevas medidas con las que quiere imponer su “soberanía”. “Con su presencia, sus rezos y sus puños consiguieron ese logro, es un nuevo modo de resistencia”, señaló nasrolá.

Asimismo, saludó a los yemeníes y a su líder Abdul Malik al Huzi, quien declaró estar al lado de Líbano en cualquier guerra contra el enemigo sionista.

Nasrolá dijo que no responderá a las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump en lo que respecta a Hezbolá “para no poner en apuros” a la delegación libanesa que todavía se encuentra en Estados Unidos.


Sobre la batalla de Arsal, el líder de Hezbolá aclaró que “el objetivo de la ofensiva era expulsar a los terroristas de las zonas dominadas por Frente al Nusra en las afueras de Arsal y Flita”, señalando que la decisión fue tomada por el liderazgo de la Resistencia “sin injerencia externa, ni de Siria ni de Irán”.

Nasrolá explicó que Hezbolá recuperó la mayor parte del territorio que ocupaban los terroristas (un área de 100 kilómetros cuadrados), entre ella montañas y valles, pese a que el elemento sorpresa no existía y los terroristas se atrincheraban en cuevas y fortificaciones.

“Prácticamente la victoria se consiguió en los primeros dos días, con el mínimo coste”, agregó.

Subrayó que El Ejército libanés jugó un papel importante en la batalla, protegiendo la población civil que reside en la región, y evitando infiltraciones de terroristas hacia los poblados cercanos, en especial a Arsal.


Nasrolá aclaró que “el martes comenzaron negociaciones serias” para facilitar la retirada de los que quedan de Al Nusra, y que se agrupan en un espacio reducido y rodeado por tres lados, descartando que estos se huyan a las zonas dominadas por Daesh.

Precisó que en estas conversaciones también participan el Estado libanés y el sirio.

Nasrolá hizo hincapié en que los territorios recuperados a los terroristas en las montañas de Arsal serán entregados al Ejército libanés.

En cuanto a la parte de la zona montañosa, en Ras Baalbeck y Al Qaa, todavía dominada por el grupo terrorista Daesh, dijo Nasrolá que hablará del tema “a su debido tiempo”.

Por último, pronunció emocionantes palabras dirigidas a los “mártires, heridos y combatientes”, así como a sus familias, quienes gracias a sus sacrificios “hemos derrotado a la ocupación y vencido a la debilidad y el miedo”.