El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrolá, en un encuentro con los universitarios que tuvo lugar, la tarde de este viernes, en la periferia sur de Beirut, explicó la importancia de la “liberación de Alepo”, al mismo tiempo que denunció las barbaridades de los grupos terroristas apoyados por varios países occidentales y árabes, advirtiendo que estos son ajenos a la religión islámica y contribuyen en sus actos, junto a los medios de información, de dar una imagen contraria al Islam.

Nasrolá, en su discurso, denunció la campaña de propaganda sistemática contra la verdadera imagen del Islam, y subrayó que los actos criminales e inhumanos de los grupos terroristas takfiríes, “que falsamente dicen que representan al Islam”, son los que más dañan al Islam, y lo siguen haciendo desde hace seis años. “nuestro deber es negar estos actos y denunciarlos”, añadió.


Asimismo criticó la secta wahabita (que rige en Arabia Saudita) por querer imponer su doctrina con violencia (como hacen los grupos takfiríes), y abogó por el “libre albedrío” en las creencias.

Nasrolá reclamó a “todo el mundo” condenar el salvaje acto del “monstruo” terrorista que apareció hace dos días en un vídeo minando a sus supuestas hijas para enviarlas a la muerte. También condenó el último crimen salvaje de Daesh contra dos prisioneros turcos. “Debemos condenar” enérgicamente el suceso de “quemar vivos a dos soldados turcos” por Daesh, estos actos son ajenos totalmente a la religión, afirmó.

El líder de la Resistencia advirtió de los términos utilizados “a consciencia” por los medios de información que relacionan al Islam con el terrorismo, asegurando que no existe Islam moderado o radical, “El Islam es uno, y contrario al radicalismo”.


Asimismo advirtió a los países que apoyan y financian a los grupos terroristas en Siria e Iraq, que estos se volverán contra ellos, señalando que Turquía “ha sido el país que más ayudó a Daesh”, pero ahora está sufriendo “el fuego de su equivocada política”.

El líder de Hezbolá indicó que lo que pasó en Alepo durante los últimos cuatro meses era una “de las batallas más duras” donde los patrocinadores del terrorismo agruparon a miles de terroristas, entre ellos centenares de suicidas, con el objetivo de “ocupar toda Alepo”, realmente era una guerra mundial.

Haciendo una comparación entre las ayudas proporcionadas a los terroristas y las otorgadas a los palestinos, señaló que el apoyo prestado a los grupos terroristas de varios países occidentales y árabes durante seis años supera en más de diez veces el apoyo prestado a la causa palestina en sesenta años.


Nasrolá mostró que el régimen sirio “acusado de barbaridad” permitió a los terroristas salir de los barrios asediados con sus armas individuales pese a que “estaba ganando la batalla”, mientras en ninguna ciudad donde los terroristas “apoyados por occidente” conquistaron, sea en Siria, Iraq, Yemen o Nigeria, permitieron a los civiles salir de allí, ni por supuesto a los combatientes que defendían la ciudad, “ni siquiera desnudos”. Todo el mundo presenció las masacres cometidas en más de una ciudad por los terroristas, dijo.

El líder de Hezbolá aseguró que el plan de “derrocar al régimen” (de Bashar al Assad) ha fracasado con de la liberación de Alepo, afirmando que esa victoria es de “todos los que lucharon y sacrificaron” de sirios y aliados, pero el mérito principalmente es del Ejército y el pueblo sirio.

Nasrolá no descartó que la liberación de Alepo “pueda abrir vías” hacia una solución política en Siria, no obstante, señaló que “entramos en una nueva fase y debemos estar atentos” a cualquier cambio.