El enemigo israelí supone que Hezbolá todavía no ha cumplido su amenaza de vengar el asesinato del comandante Samir al Kuntar, fallecido en un bombardeo hace más de dos semanas en Siria, por lo tanto, mantiene a sus soldados “escondidos como ratas en los agujeros”, tal como expresó el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrolá.


Mientras en el lado libanés de la frontera con palestina ocupada la vida sigue de forma natural, gracias a la “ecuación de disuasión” impuesta por la Resistencia, en el otro lado han desaparecido las patrullas de la ocupación israelí, y la zona, a lo largo de la frontera, parece una ciudad fantasma.


Los sionistas incluso no han podido, hasta el momento, retirar los vehículos dañados por el ataque de este lunes perpetrado por un comando de la Resistencia contra una patrulla israelí en la ocupada región de las Granjas de Shebaa, por miedo a ser atacados otra vez, pese a que el lugar está muy cerca de una base militar israelí.