Las Fuerzas Libanesas expresaron este jueves su aprobación a la propuesta formulada por el líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun, de enfrentarse en unas elecciones presidenciales al líder de la formación, Samir Geagea, siempre y cuando no haya un tercer candidato optando al cargo.

"A pesar de que la sugerencia de Aoun de restringir la competición a dos personas ha llegado tarde y no es totalmente democrática, es muy lógica y encaja en la naturaleza del sistema político libanés", dijo el parlamentario Fadi Karam.

En esta misma línea se expresó el también parlamentario de Fuerzas Libanesas George Adwan, quien recordó que su partido "hizo esta propuesta desde el principio.


La propuesta de Aoun fue respondida rápidamente por el líder de la comunidad drusa y del Partido Socialista Progresista, Walid Yumblatt, quien ha expresado su respaldo al parlamentario Henri Helou.

"Respeto la opinión del general Aoun, pero tenemos derecho a una competición democrática", afirmó a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.

Por su parte, el líder de las Falanges Libanesas, Amin Gemayel, rechazó frontalmente la propuesta, que ha descrito como "una guerra de eliminación".

"¿Dónde está la democracia en la propuesta de Aoun para las elecciones presidenciales? Es una guerra de eliminación, quiere eliminar a los demás (candidatos)", ha dicho durante una entrevista concedida a la cadena de televisión, afirmando que mantiene su candidatura.

En esta misma línea se expresó el parlamentario del Movimiento Futuro Mohamed Hayar, quien puntualizó que la propuesta de Aoun viola la Constitución.

Sin embargo, el parlamentario Ibrahim Kanaan, del Movimiento Patriótico Libre, aseguró que "quienes no la respaldan (la propuesta) quieren que se elija a una persona que no represente a los cristianos", alegando que Aoun y Geagea son los líderes de los dos partidos maronitas más votados del país.

La propuesta de Aoun fue formulada poco después de que el Parlamento fracasara por decimoquinta vez en su intento por elegir al nuevo presidente del país tras el fin del mandato de Michel Suleiman, que abandonó el cargo hace seis meses.

Según el sistema de reparto de poderes en el país, la Presidencia está en manos de la comunidad cristiana maronita, la presidencia del parlamento pertenece a la comunidad musulmana chií y el primer ministro ha de ser siempre un musulmán suní.