El Gobierno de Líbano aprobó este jueves restringir la entrada de refugiados sirios al país, afirmando que "sólo se permitirán las entradas por motivos humanitarios".

El ministro de Información, Ramzi Yoreige, aclaró que los ciudadanos sirios que quieran cruzar la frontera deberán explicar sus razones para garantizar que la medida sea aplicada de forma adecuada.

Asimismo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tendrá que recibir la aprobación del Ministerio de Asuntos Sociales antes de registrar a cualquier ciudadano sirio como refugiado.


Yoreige manifestó además que el Gobierno libanés "animará a los refugiados sirios a regresar a sus casas o ir a otro país por todos los medios posibles". En base a la nueva ley, el estatus de refugiado será revocado si los refugiados vuelven a Siria o violan las leyes libanesas.

La medida ha sido aprobada en medio de la creciente presión sobre el país a causa del flujo de refugiados sirios, que supone aproximadamente una quinta parte de la población total, si bien las cifras no oficiales son aún más elevada.

Beirut ha argumentado en reiteradas ocasiones que el citado flujo de refugiados está suponiendo una carga excesiva para el país, por lo que ha hecho llamamientos a la comunidad internacional para que cumpla sus compromisos e incremente sus ayudas económicas.