Otra vez el ejército libanés ha sido blanco de ataques terroristas. Los ataques contra la institución militar en el norte de Líbano ya ocurren a diario y de forma más organizada.

Un soldado libanés murió hoy cuando elementos armados dispararon contra un autobús que transportaba militares en una carretera en la región de Akkar, limítrofe con Siria.

Tras el ataque, el ejército reforzó su despliegue en Akkar y estableció puntos de control entre las localidades de Halba y Kobayat, en el noreste del país.

El soldado fallecido se llama Jean Jamal al-Hachem, originaria de Kobayat. Tras conocerse la noticia, los vecinos de varias localidades de la zona bloquearon la carretera principal en protesta por los ataques terroristas y solidaridad con el ejército en su lucha contra los takfiríes. También se suspendieron las clases y cerraron los comercios en señal de duelo.


Otro ataque similar ocurrió en la ciudad de Trípoli (norte), donde un grupo de hombres armados disparó contra una patrulla del ejército y lanzó una bomba hacia un puesto de control, sin causar víctimas.

Comunicado de Hezbolá

Por su parte, Hezbolá emitió un comunicado el jueves condenando las continuas agresiones contra soldados del Ejército en Trípoli y reclamando que los autores sean juzgados y castigados.


“Los que atacan al Ejército son conocidos por el Ejército y los servicios de seguridad, así como por los mismos ciudadanos de Trípoli, y todos saben que los agresores son partidarios del movimiento “Al Mustaqbal” y que los líderes de dicho movimiento ejercieron presiones para sacarlos de prisión y los cubren políticamente para evitar que sean llevados a juicio”, dice la nota.

“Cualquier ataque contra el Ejército es un crimen contra la patria, en especial en estos tiempos que el Ejército se enfrenta a los terroristas”, añadió.