El Ejército libanés seguirá su guerra “hasta el final” contra los grupos takfiríes, manifestó una fuente de seguridad, dos meses después de la batalla de Arsal. El objetivo actual es aislar la localidad de Arsal de los montes donde se refugian los terroristas, un objetivo que se logró con un 90% hasta el momento, según la fuente.


Lo que ocurrió los últimos dos días es una viva prueba de ello, los continuos bombardeos causaron 30 bajas en las filas takfiríes, entre muertos y heridos. La determinación del Ejército desmoralizó a los terroristas, dijo la fuente.

De otro lado, un alto mando de seguridad dijo que lo que pasó no llega a ser una “operación militar”. El ejército efectuó intensos bombardeos en los montes de Arsal y causó daños importantes entre los terroristas como una “reacción” a la ejecución del soldado Mohamed Hamiye (un rehén ejecutado por el grupo terrorista Frente al-Nusra) y el ataque contra un vehículo del ejército en Arsal la semana pasado, afirmó la fuente.

Reiteró que la “decisión política” es mantener el orden y la seguridad en Arsal, no obstante, aseguró que la institución militar realizará todos los planes necesarios en su campaña contra el terrorismo.