Una delegación de patriarcas de Oriente presidida por el patriarca de los maronitas en Líbano, Bechara Rai, viajó hoy a Erbil, en el Kurdistán iraquí, adonde han huido cristianos y otras minorías perseguidas por el terrorista “Estado Islámico” (Daesh).

Forman parte de la delegación, además del monseñor Rai, los patriarcas de los melquitas Gregorio III, de los sirios-ortodoxos Afrem II, de los sirios-católicos Ignacio José III, así como de personalidades civiles y religiosas.

A su llegada a Erbil tienen previsto reunirse con monseñor Luis Rafael Sako, el patriarca de los babilonios caldeos.

La delegación se reunirá asimismo con el presidente de la región del Kurdistán, Masud Barzani, y con el representante del papa Francisco en Iraq, el cardinal Filoni, que se encuentra desde hace algunos días en ese país.

Los patriarcas y sus acompañantes viajaron en un avión de Jacques Sarraf, presidente de la asociación de industriales libaneses, y se espera que regresen esta tarde a Beirut.

El Líbano ha recibido a miles de cristianos iraquíes, que no son, sin embargo, considerados como refugiados. Las comunidades cristianas insisten ante la comunidad internacional que les ayuden a que permanezcan en su país, una de las cuna de la cristiandad.