“El Gobierno decidió poner todos sus servicios e instituciones en estado de alerta para defender la seguridad de Líbano”, anunció el primer ministro libanés Tammam Salam el lunes tras una reunión de urgencia de su gabinete.

Salam afirmó que el Gobierno ha movilizado todas sus fuerzas para enfrentarse a los grupos terroristas de tendencia takfirí quienes habían asaltado la ciudad de Arsal en el noreste del país, donde han fallecido 14 militares desde el pasado sábado.


Salam señaló que la única solución posible pasa por la inmediata retirada de los milicianos terroristas de la región de Arsal, fronteriza con Siria.

También dijo que "Líbano hace frente a una agresión por parte de grupos oscurantistas contra su soberanía para paralizar el Estado y sus instituciones, y extender el caos a Arsal".

El Ejército anunció en un comunicado que esos enfrentamientos han causado el martirio a 14 militares, y dejaron 85 heridos y 22 desaparecidos. También señaló que decenas de terroristas han muerto o han resultado heridos mientras que otros han huido.


Asediada y saqueada

La ciudad de Arsal, con sus 36 mil de habitantes se quedó a merced de los terroristas takfiríes que intentaban expandirse y atacar otras localidades cercanas, pero la firmeza del Ejército los frenó. Unidades del Ejército avanzaron desde sus posiciones afuera de la ciudad hasta tener a los terroristas cercados dentro de Arsal.

Las pocas informaciones que llegan de la ciudad cercada indican que los terroristas saquearon los comercios y robaron muchas casas, sobre todo las viviendas de aquellos que pudieron abandonar la ciudad el domingo. Los terroristas impiden a los civiles salir y los utilizan como escudos humanos.


Un hombre que logró sacar a su familia declaró a la prensa que los terroristas dispararon contra los vehículos que intentaban salir de Arsal. Asimismo ejecutaron a varias personas por no colaborar con ellos. El testigo afirma que los armados son de diversas nacionalidades.