El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrolá, afirmó que la intervención de los combatientes (de Hezbolá) en Siria evitó que ocurriera en Líbano lo que ocurrió recientemente en Iraq, en alusión a las matanzas colectivas a manos de los terroristas del Estado Islámico de Iraq y levante (Daesh, por sus siglas en árabe), de lo contrario, los terroristas de Daesh estarían en Líbano.


En unas declaraciones recogidas por el diario local Al-Safir, Nasrolá, aseguró que "Si no hubiéramos intervenido en Siria en el momento apropiado y de modo correcto, Daesh estaría ahora en Beirut".

Nasrolá también apoyó el llamamiento realizado por la máxima autoridad chií en Iraq, el ayatolá Ali al Sistani, para tomar las armas contra los terroristas.

"La llamada (de Sistani) para tomar las armas contra los terroristas no es para proteger una secta (chií), sino todo Iraq", dijo el líder de Hezbolá.

Respecto a la situación en Líbano, Nasrolá se mostró "tranquilo" aunque también "cauteloso" por la situación de seguridad en el país, escenario de actos de violencia como consecuencia de la guerra en la vecina Siria.


Por su parte, el "número dos" de Hezbolá, Sheij Naim Qassem, advirtió de que Daesh representa no sólo un peligro para la región, sino también para el mundo.

"Los países occidentales y regionales que creen utilizar (a Daesh) para sus intereses se darán cuenta que se volverá contra ellos y que entrarán en sus territorios con explosivos y armas", dijo Qassem, que pidió una condena más enérgica de la comunidad internacional contra el terrorismo.