La visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Líbano, que duró pocas horas, viene en tiempos que en la región están pasando acontecimientos cruciales. Siria consiguió marcar una gran victoria en los comicios presidenciales después de haber vencido a las bandas armadas takfiríes (apoyadas militarmente por EEUU) en el terreno.

Desde Beirut, Kerry llamó a Rusia y Hezbolá “a trabajar para poner fin a la guerra en Siria”, pese a que EEUU desde el inicio de la guerra contra Siria no deja de manifestar abiertamente su apoyo militar a los grupos armados que cometieron horribles matanzas contra la población civil.

El jefe de la diplomacia estadounidense expresó a sus anfitriones que la Casa Blanca valora a Líbano un "país importante para la seguridad de la región" y está "muy comprometida con la seguridad, estabilidad y soberanía" de esta nación. No obstante abogó por que el parlamento elija cuanto antes un jefe de Estado para acabar con el vacío presidencial en que entró el país desde el fin del mandato de Michel Sleiman, el 25 de mayo.

"El vacío presidencial sólo complicaría las cosas para Líbano y los países vecinos", indicó.


Las declaraciones fueron hechas en una conferencia de prensa luego de ser recibido por el primer ministro libanés, Tammam Salam, en la sede del Gobierno.

Al responder a periodistas, Kerry señaló que Washington desconoció al Ejecutivo de unidad nacional palestino, recién creado tras un acuerdo entre los movimientos Al-Fatah y Hamas, "porque esto equivale a reconocer un Estado".

De otra parte, se refirió a las repercusiones de la guerra de Siria para Líbano, sobre todo tras la reelección del presidente Bashar Al-Assad, el flujo excesivo de desplazados y arremetió contra Rusia y Hezbolá por su respaldo a Damasco.

"Llamo a Rusia y Hezbolá a trabajar por cesar este trabajo", comentó en alusión al veto de Moscú y China a un proyecto de resolución en la ONU para remitir el caso sirio a la Corte Penal Internacional.

Respecto a Hezbolá, dejó entrever su frustración por los avances militares del Ejército sirio frente a las bandas terroristas ayudadas por Occidente, gracias en buena medida por el respaldo de milicianos del movimiento libanés que combaten en la vecina nación.

Igualmente, reveló que la administración de Barack Obama ofreció 290 millones de dólares para asistencia humanitaria a los refugiados sirios y a las comunidades receptoras, monto del que 51 millones serán erogados para los desplazados asentados en suelo libanés.