La “pesadilla de los misiles” (de Hezbolá) persigue a los líderes de la entidad sionista, a pesar de los millones de dólares gastados en sistemas de fensa antimisiles (Cúpula de Hierro, Patriot, Varita Mágica), para reforzar sus instalaciones estratégicas y vitales, siendo lo último desplegar baterías Patriot cerca de Ilat, hace casi un mes. Tal vez ese “recelo” los impulsó a buscar más medios en la confrontación a los misiles de la Resistencia, por lo que recurrió a realizar un ejercicio conjunto con fuerzas estadounidenses, calificado como el “más grande”, para simular una respuesta conjunta a posibles ataques con misiles desde Irán, Siria, Líbano y Gaza.


Un millar de efectivos estadounidenses participan junto a unos 4000 soldados sionistas en una maniobra “de gran envergadura” para probar la “eficacia de los sistemas de interceptación de cohetes y misiles”, informó la radio pública israelí.

El entrenamiento, denominado "Juniper Cobra", trata de probar la respuesta de las baterías del sistema "Cúpula de Hierro" establecido en 2011, el posterior "Varita Mágica" para cohetes de medio y largo alcance, además de otros misiles teledirigidos como nuevos Patriot estadounidenses, todos proyectos financiados por EEUU.


Las maniobras se iniciaron el domingo, poco tiempo después de la llegada del ministro de Guerra de EEUU,  Chuck Hagel, a la entidad sionista. Un portavoz del ejército israelí se limitó a precisar que durante su ejecución se calibrarán diversos escenarios.

De otra parte, la página de web sionista “Walla” informó que la retaguardia de la entidad sionista “no está segura en caso de una nueva guerra en el norte, con Hezbolá o Siria”.