El parlamento libanés aplazó ayer, por tercera semana consecutiva, la elección del futuro jefe del Estado, decisión que aumentó la preocupación de algunos sectores políticos por lo que se vislumbra como un inminente vacío presidencial.

El presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, ha convocado para el 15 de mayo la siguiente sesión en la que se debatirá sobre la nominación del nuevo presidente del país, tras una nueva jornada sin avances en medio de las disputas entre el Movimiento 14 de Marzo y el Movimiento 8 de Marzo.

Los parlamentarios de este último bloque han resaltado tras la sesión que las elecciones sólo se celebrarán "si son serias", en una nueva muestra del rechazo frontal al candidato presentado por el Movimiento 14 de Marzo, Samir Geagea, líder de las Fuerzas Libanesas.


Los parlamentarios siguen negados a asistir a la votación mientras no sea postulado un político capaz de concitar consenso y, sobre todo, tener claros compromisos con respetar a la Resistencia y las armas que posee para defender al país de eventuales agresiones israelíes.

Los miembros del Movimiento 8 de Marzo han indicado en numerosas ocasiones en las últimas semanas que el nuevo presidente ha de ser una persona sin vínculos con ninguno de los partidos políticos del país y han criticado al Movimiento 14 de Marzo por mantener a Geagea como única posibilidad.

Por su parte, el Movimiento 14 de Marzo ha solicitado al Movimiento 8 de Marzo que presente un candidato, lo que ha sido igualmente rechazado argumentando que el candidato no puede tampoco pertenecer a su bloque.

El vicesecretario general de Hezbolá, jeque Naim Qassem, remarcó que el próximo presidente debe tomar una posición política clara respecto a la Resistencia y la soberanía nacional, pero será improbable una elección exitosa mientras alguna agrupación intente imponerse sobre otras.

"Creo que si todos trabajamos con la mentalidad del acuerdo, un presidente será elegido antes del 25 de mayo, pero si se emplea la lógica de luchar por la supremacía, ningún grupo será capaz de producir el presidente que desea", puntualizó Qassem al objetar un mandatario débil sin "color, sabor ni olor".