Las miradas “tranquilas” de los dos hermanos, Ismael y Hassan Zahra, tras ser liberados de mano del enemigo sionista, manifiestan el terror vivido por más de doce horas dentro del cuartel militar israelí “Zabdin”, a donde han sido llevados en cautiverio.

Los dos pastores libaneses han sido secuestrados ayer junto a dos mujeres y un menor, que fueron liberados poco después, en la zona fronteriza de las granjas de Chebaa donde residen y pastorean frecuentemente su rebaño de ovejas.


Los dos hermanos Zahra fueron entregados anoche por las tropas de ocupación israelí a las fuerzas de la ONU desplegadas en el sur de Líbano (UNIFEL), en el paso fronterizo de Nakura, tras intensos refuerzos y contactos de parte del Ejército Libanés y el UNIFEL para conseguir su liberación.

Los liberados afirmaron que el enemigo israelí les acusaba de prestar ayuda a la Resistencia (Hezbolá) en su última operación militar contra los israelíes.


Por su parte, el parlamentario Kasem Hachem visitó a los liberados y pidió que el Ministerio de Exteriores de Líbano “presentara una denuncia urgente a la ONU en protesta por la agresión israelí”.

Los soldados israelíes capturan con cierta frecuencia a libaneses para interrogarlos, en algunos casos sólo durante horas o días, pero en otros durante largos periodos.