El secretario general de Hezbolá, su eminencia Sayed Hassan Nasrolá, afirmó que la explosión, en las granjas de Shebaa (ocupadas), contra una patrulla del enemigo israelí a mediados de marzo, es obra de la Resistencia, y que fue en respuesta al ataque israelí contra una posición de la Resistencia en la localidad libanesa de Yanta.

“Los israelíes entendieron el mensaje… No se trata de reglas de combate, sino de disuasión”, aseveró.


“cuando realizamos la emboscada en Labune (agosto 2013), entre los objetivos quisimos hacer llegar un mensaje al enemigo, no permitiremos que cambie las reglas del combate, si entra en territorio libanés allí estaremos para hacerle frente”, dijo Nasrolá.

“Si no hubiéramos respondido al bombardeo de Yanta, el enemigo atacaría cualquier objetivo en cualquier sitio con la excusa de que contiene armas sofisticadas”, agregó.

En una entrevista con el diario “As-Safir” publicada este lunes, Nasrolá descartó una guerra israelí contra Líbano y afirmó que los cambios en el terreno de guerra en Siria aumentan la preocupación israelí, “ellos se preguntan si la experiencia de Hezbolá adquirida (en Siria), le permite, en caso de una guerra en Líbano, llevar la batalla a otra dirección, en alusión a la región norte de Palestina ocupada”, afirmó.


Por otra parte, Nasrolá consideró que el peligro de los atentados terroristas “se ha alejado” bastante. Asimismo, dijo que la Resistencia no tiene problemas internos (con sus partidarios) debido a su intervención en Siria y destacó que "algunos que tenían dudas han cambiado de opinión y ahora apoyan la decisión".

"Puedo decir que algunos seguidores del Movimiento 14 de Marzo (opositor) apoyan nuestra intervención en Siria para proteger Líbano de los grupos terroristas takfiris”, apuntó.

Nasrolá afirmó que el Gobierno Sirio ya no corre riesgo, “pueden hacer guerra de desgaste mientras haya estados que financian, arman e incitan, pero no se ve indicios de que la oposición es capaz de hacer una gran batalla, (…) los pasados tres años (de guerra) confirman que el régimen se mantiene fuerte y cuenta con un importante apoyo popular”, indicó.

También reiteró que “lo esencial para nosotros es que termine la guerra en Siria, creo que ya no hay peligro de división”.


Sayed Nasrolá destacó que el conflicto "tiene como objetivo cambiar la orientación de Siria" en el plano internacional. En este sentido reveló que el presidente sirio había recibido serias ofertas para terminar la guerra contra Siria, pero Bashar al-Assad las rechazó. Las ofertas consistían en “cortar relaciones con Irán y con los movimientos de Resistencia, entrar en conversaciones reales y serias con los israelíes, a cambio no habrá más problemas en Siria”, precisó.

Sobre su opinión de la “Primera Árabe”, dijo: “Entendemos que el inicio de las protestas era de forma popular y juvenil, en Túnez, Libia y Egipto, y sorprendió tanto a los gobernantes como a occidente y los países de la región, pero la falta de liderazgo y proyecto político permitió que grupos y partidos se beneficiaran de los movimientos”.