El operativo de seguridad llevado a cabo por fuerzas del Ejército Libanés en la ciudad de Trípoli ha sido un éxito, los soldados desplegados en los barrios de la ciudad no sólo han paralizado el marcador de las rondas de combates armados, sino han establecido la paz y el orden en las zonas que hasta hace pocos días estaban inaccesibles a las autoridades.


Tanto los residentes de Bab Tebaneh y los de Yabal Mohsen mostraban su júbilo por la entrada de los soldados a la línea que separa los dos barrios vecinos, y en un acto espontaneo la gente salió a la calle para manifestar su apoyo al Ejército y el rechazo a la violencia.

Las divisiones han desaparecido cuando las barricadas han sido quitadas, y los temores desvanecieron con la “fuga” de los miembros de las milicias armadas que aterrorizaban la ciudad. Los soldados instalaron puestos de control dentro de la ciudad y en sus alrededores, y exigen a los transeúntes los documentos de identidad.


Aunque ninguno de los jefes destacados de las bandas armadas ha sido detenido, durante la redada efectuada el miércoles "han sido arrestadas 33 personas, entre ellas catorce de nacionalidad siria", ha dicho el Ejército a través de un comunicado, antes de detallar que durante las operaciones han sido incautadas 15 motocicletas y diez vehículos, así como armas y munición.

Asimismo, ha indicado que sus tropas han establecido puestos de control en el distrito de Akkar, ubicada en la frontera con Siria.


Las nuevas medidas de seguridad en Trípoli permitieron la reanudación de las actividades comerciales y educativas, con la apertura de los colegios y las universidades.