Especial Alahednews

El atentado suicida contra un retén del Ejército Libanés en las afueras de Arsal (en la frontera con Siria) revela, sin ninguna duda, las intenciones de los terroristas de convertir la Institución Militar en blanco de sus ataques.

Tres soldados murieron y otros seis resultaron heridos el sábado cuando un suicida dentro de un coche se hizo estallar frente a un retén militar en una región de Líbano fronteriza con Siria.


El atentado terrorista ocurrió en un paso fronterizo (Wadi Ata) poco después de que los soldados del puesto detuvieron a 30 milicianos armados sirios que pretendían infiltrarse en territorio libanés tras haber huido de Flitah.

Según fuente de seguridad, el suicida conducía un coche marca “Kia” de color negro y venía del lado sirio de la frontera. posiblemente el coche “se encontraba en la sierra que separa los dos países” donde aún hay zonas bajo control de grupos terroristas, aclaró.

Tras la explosión se escucharon intensos disparos contra el puesto militar, dijo la fuente.


Las primeras investigaciones estiman que el coche contenía 120 kilos de explosivos, y se baraja la posibilidad de que los grupos armados aprovecharan la explosión y los posteriores disparos para infiltrar dos vehículos bomba a la localidad de Arsal.

Un grupo llamado “Liwa Ahrar al Sunna en Baalbeck” reivindicó el ataque en Twitter como venganza por "la muerte del mártir Sami al Atrache". Este hombre, implicado en atentados con coche bomba en Líbano, murió el jueves tras ser capturado por el ejército, que lo consideraba "un peligroso terrorista". No obstante, una fuente de la investigación consideró que este grupo es ficticio, no existe, y opina que “tal vez un grupo de jóvenes inventó ese nombre, o algún servicio de seguridad quiere emplearlo para avivar la tensión confesional en el Beqaa libanés”.