Dos personas han fallecido esta mañana a causa de las heridas sufridas por los enfrentamientos en Trípoli, aumentando el número de muertos a 22, además de más de 160 heridos, en una semana de choques armados entre milicias armadas del barrio de Bab Tabaneh, partidarias de la oposición armada en Siria, y los residentes del barrio Yabal Mohsen que simpatizan con el presidente Bashar al-Assad.


Los choques, muy violentos, sobre todo durante la noche, estallaron el jueves pasado y han obligado a muchos habitantes a abandonar sus hogares para refugiarse en zonas más seguras.

En las últimas horas, los combates se desarrollaron en las zonas de Rifa, Mankubin, Al-Bakkar. Haret el Berranieh, y la calle Siria, entre otras.

Los intentos de apaciguar la situación en la segunda ciudad de Líbano, que vive su vigésima ronda de violencia desde 2011, han sido infructuosos hasta ahora. Las patrullas del Ejército Libanés también han sido objetivos de los ataques. Un vehículo blindado del Ejército ha sido blanco de un artefacto explosivo de 1500 gramos, afortunadamente la explosión no causó víctimas, pero sí provocó incendio en un coche civil.


La carretera principal que une trípoli con Akkar hasta la frontera norte con Siria sigue siendo bloqueada por los disparos de francotiradores apostados en los edificios más altos de la ciudad.

También se ha producido en las últimas horas una escalada de la tensión en la región de Wadi Jaled, fronteriza con Siria. Ráfagas de ametralladora y de armas de medio calibre se escuchan en la localidad de Bkayaa, cuyo paso fronterizo con Siria está cerrado desde hace tiempo por seguridad.