Trípoli, la segunda ciudad de Líbano, sigue siendo la herida abierta del país, a merced de las milicias armadas que controlan las callejuelas de la ciudad y foco constante de choques armados entre los dos tradicionales barrios rivales, Bab el Tebaneh y Yabal Mohsen.


Los nuevos enfrentamientos iniciados el jueves pasado ya causaron más de una decena de víctimas, entre muertos y heridos. Pese a que los choque han cesado desde la madrugada de este sábado, aún se escuchan disparos de los francotiradores que han logrado que las calles en zonas conflictivas permanezcan desiertas y que los colegios, universidades y comercios mantengan sus puertas cerradas.

Durante la noche, los enfrentamientos se intensificaron y muchos habitantes abandonaron estos barrios para refugiarse en áreas más seguras.

El Ejército libanés, que ha reforzado su presencia en estas zonas, responde a los disparos y ha cortado algunas calles y carreteras para proteger a la población de los francotiradores, los causantes del mayor número de víctimas.


En un comunicado, el Ejército anunció que una de sus unidades ha sido blanco de un tiroteo de parte de un grupo armado, lo que lo que causó heridas a cuatro militares, al mismo tiempo que otro grupo armado disparó contra un puesto de control e hirió a un soldado.

Las fuerzas del ejército respondió al fuego y realizó varias redadas en la zona y arrestó a varios sospechosos, añade la nota.