La introducción de coches bomba a territorio libanés sigue activa, el ejército Libanés consiguió el domingo evitar una nueva masacre de civiles, al interceptar un coche cargado con 250 kilos de potente explosivo procedente de territorio sirio.


De acuerdo con las informaciones facilitadas, una unidad del Ejército de Líbano interceptó un todoterreno sospechoso (Toyota Rav4), color plata y sin matrícula, al pasarse por la frontera por un carretera de contrabando. La fuerza militar montó una emboscada en las afueras de la localidad de Ham en el Beqaa libanés, pero el conductor se dio cuenta de la emboscada, los ocupantes de otro coche que le seguía a corta distancia empezaron a disparar hacia los soldados. Tras un enfrentamiento, los armados junto al conductor del coche bomba pudieron escapar en dirección de la frontera aprovechando la niebla que cubría la zona.

Fuente de seguridad reveló que los terroristas optaron por esta carretera después de que el Ejército Sirio bloqueara todos los caminos (incluidos los de contrabando) entre la ciudad siria de Yabrud y la libanesa de Arsal (paso habitual de los terroristas).


Tras inspeccionar el coche se descubrió que contenía 240 kilos de explosivos (semtex), además de 10 kilos de material inflamatorio y dos cohetes (122 mm). La fuente aseguró que los explosivos estaban distribuidos en todos “los rincones”, puertas, maletero y asientos, incluso dentro de los neumáticos. Los explosivos estaban conectados con una mecha de 200 metros y un mecanismo de detonación no alámbrico a través de un control a distancia, asimismo había otro mecanismo de relojería con temporizador, dos aparatos de teléfono móvil y una pila de 12 voltios.

La sorpresa fue cuando encontraron dentro del coche unas “pastillas de alucinación”.