El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió una fuerte condena por el ataque suicida con un coche bomba, que en la ciudad libanesa de Hermel dejó tres muertos y 28 heridos.

En un pronunciamiento, el órgano de 15 miembros expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, así como simpatías hacia los lesionados, el pueblo y el Gobierno libaneses.

"Reafirmamos que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones es una de las principales amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y que tales actos son injustificables, independientemente de las motivaciones o de cuándo, dónde y por quiénes sean cometidos", advirtió.


El Consejo convocó a la comunidad internacional a combatir el flagelo con todos los recursos posibles, bajo el apego a la Carta de la ONU y las leyes internacionales. Además, señaló la importancia de que los responsables comparezcan ante la justicia.

Medios de prensa aseguran que el ala libanesa de la organización terrorista de Siria Frente al Nusra se adjudicó el atentado. En este atentado suicida en hermel, el terrorista escogió una gasolinera propiedad de una asociación humanitaria (Mabarat) que atiende a las necesidades de los huérfanos en todo Líbano, donde explotó su coche bomba contra los ciudadanos civiles que se encontraban en el lugar. La mayoría de los heridos eran niños y mujeres.