El secretario general del Hezbolá, su eminencia Hasan Nasrolá, anunció la continuación del apoyo al presidente sirio Bashar Al Assad, como forma de resistencia contra “Israel”.


Desafiante y seguro salió el Secretario General de Hezbolá a la multitud congregada en el campo de Al-Raya y las calles adyacentes para anunciar en voz alta y clara: Bajo ningún concepto negociaremos la existencia de Siria por un puñado de ministerios.

En una de sus pocas apariciones en público, Sayyed Nasrolá reafirmó que la presencia de combatientes de Hezbolá en Siria "es justificada, estamos en suelo sirio para defender al Líbano y a la causa palestina (...) Quienes hablan de nuestra retirada del suelo sirio como condición para formar Gobierno en Líbano deben saber que ese es un requisito imposible".


Añadió que la presencia de Hezbolá en Siria tiene el propósito de combatir a takfiríes que atacan a las minorías en ese país vecino. “Los takfiríes representan un peligro para todos, están atacando a todas las religiones y sectas, prueba de ello lo que está pasando en Iraq, Afganistán y Somalia”, agregó.


En una alocución corta y explicita, Nasrolá recordó “la obligación de los musulmanes a ayudar al pueblo palestino a recuperar sus derechos”, y reiteró el rechazo a los planes de división y desintegración de los países de la región, tanto en Siria como en Bahréin, Yemen, Túnez y Egipto.


Su Eminencia Sayyed Hasan Nasrolá había instado, la víspera, a las masas  a participar en la procesión del jueves para conmemorar el martirio del Imam Hussein (a.s) diciendo: “Nada ni nadie nos impedirá manifestar nuestra lealtad al Imam Hussein (a.s). Pese a las amenazas saldremos a las calles para demostrar que ni los atentados con coches bomba ni la sangre derramada nos puede hacer retroceder”.