La ciudad norteña de Líbano recuperó la tranquilidad tras ocho días de violentos enfrentamientos en el marco de las absurdas luchas internas.

El ejército libanés comenzó desde el martes a aplicar un nuevo plan de seguridad en Trípoli, en un intento de acabar con los choques armados entre los diferentes grupos que disputan en la ciudad, especialmente entre los dos barrios rivales, Bab el-Tabené y Yabal Mohsen. Sólo en la última semana los enfrentamientos dejaron 14 muertos y 106 heridos.


A pesar de que las milicias armadas de Bab el.Tabené intentaron impedir el despliegue del Ejército, los soldados han instalado puestos de control en la calle Siria, que separa los barrios rivales, y patrullan las calles adyacentes, después de “quitar” las barricadas y trincheras que fueron instalados por las milicianos durante los enfrentamientos.

Por primera vez desde el pasado día 21, no se registraron anoche enfrentamientos en Trípoli.