Tras un año y cinco meses de cautiverio, la tragedia de los nueve peregrinos libaneses secuestrados en Azaz (Siria) tuvo final feliz. Los rehenes recuperaron su libertad y regresaron a su patria, procedentes de Turquía, que también obtuvo la liberación de dos pilotos secuestrados en agosto en Beirut. El canje también incluía a presas en cárceles sirias, que fueron liberadas por las autoridades sirias.


Al tiempo que el avión despegaba de Turquía con los rehenes libaneses, acompañados del jefe de la Seguridad Nacional, Abas Ibrahim, y del ministro qatarí de Asuntos Exteriores, Jalid bin Mohamed al Atiya, otro aparato qatarí salió de Beirut rumbo a Turquía con los dos pilotos turcos.

Tras su liberación, los pilotos turcos, que fueron entregados a la Seguridad Nacional, llegaron al aeropuerto de Beirut a bordo de un helicóptero militar antes de tomar el avión hacia su país.

Una victoria para Líbano

Tras la llegada de los rehenes, Ibrahim declaró que su liberación "es una victoria para el Líbano".


"Agradecemos a Qatar, Turquía y al presidente (sirio Bashar) Al Asad. Tenemos aún mucho trabajo que hacer, queda el asunto de los dos obispos secuestrados. Pero podemos decir una parte del trabajo fue realizado", señaló.

Respondiendo a una pregunta sobre las negociaciones calificadas por muchos como muy difíciles, declaró: “Sin duda eran muy difíciles, pero nada es imposible cuando haya voluntad”.

Recibimiento popular

Desde muy temprano, las familias de los “liberados” esperaban en el aeropuerto internacional de Beirut la llegada de sus seres queridos y a ellos se unieron, entre otros, los ministros salientes del Interior, Asuntos Exteriores y Sanidad, Maruan Charbel, Adnan Mansur y Ali Hasan Jalil.


Mientras, en los barrios del sur de Beirut, centenares de personas salieron a las calles enarbolando banderas libanesas y coreando "gracias Nasrolá", en alusión al Secretario General de Hezbolá.

"Esperamos este momento desde hace meses y constituye una alegría para todos. Agradecemos a los que trabajaron para obtener la liberación de nuestros familiares", dijo el ministro Jalil.

Los nueve libaneses habían sido secuestrados el 22 de mayo de 2012, junto a otros dos compatriotas que ya fueron liberados, por rebeldes sirios pertenecientes a la brigada “Tormenta del Norte”, en las cercanías de la ciudad de Azaz, en la provincia septentrional de Alepo, cuando volvían de una peregrinación en Irán.