El Presidente Bashar al-Assad, afirmó en una entrevista con la cadena estadounidense “CBS”, que "cualquier agresión contra Siria sería un apoyo directo a los grupos pertenecientes a Al-Qaeda como el Frente al-Nousra y el Estado Islámico en Iraq y Siria", y añadió: “vamos a hacer todo para evitar una guerra loca en la región”.

El presidente señaló que “no se trata de Siria solamente sino de toda la región y el mundo”, y reafirmó que "Siria está en contra el uso de cualquier arma de destrucción masiva, ya sea química o nuclear”.


El presidente Al-Assad explicó que "Siria tiene un plan político para poner fin a la guerra, y la primera parte de este plan empieza como detener la infiltración de los terroristas provenientes del extranjero y parar el apoyo logístico y con dinero, y todo tipo de ayuda para estos terroristas… en la segunda parte del plan, se inicia un diálogo nacional, donde todas las partes sirias se reúnen para discutir el futuro de Siria, mientras que la tercera parte del plan consiste en la formación de un gobierno provisional o transitorio, y luego, se celebrarán elecciones parlamentarias y presidenciales".

Sobre un posible ataque aéreo contra Siria, el presidente Al-Assad dijo que "mientras Estados Unidos no respete el Derecho Internacional y pisotee la Carta de las Naciones Unidas, nosotros tenemos que preocuparnos de que cualquier posibilidad de una agresión", y agregó que "Siria está presenciando difíciles circunstancias desde hace dos años y medio, y nos preparamos para todas las posibilidades, pero eso no quiere decir que si estamos preparados, las cosas van a ser mejor; las cosas van a empeorar en caso de cualquier ataque tonto o guerra estúpida, pues nadie puede predecir las consecuencias de este ataque"…

El presidente de la república explicó que las consecuencias de una guerra pueden tomar diferentes formas, directa o indirectamente, justo cuando la gente o los gobiernos recurran a las represalias, además, cuando toda la región se convierte en inestable y se propaga el terrorismo en la misma, Occidente se verá afectado directamente", agregando que "cualquier ataque será un apoyo directo a las organizaciones afiliadas a Al-Qaeda como el Frente al-Nousra y el Estado Islámico en Iraq y Siria".

En respuesta a una pregunta sobre el uso de armas químicas, el presidente al-Assad dijo que "Damasco está en contra de cualquier tipo de arma de destrucción masiva, sea química o nuclear, revelando que soldados sirios fueron blanco de ataque químico y fueron ingresados en el hospital a causa de su exposición a sustancias químicas".

Sobre el supuesto uso de armas químicas en Ghouta del Este, el presidente dijo que "en esta zona no tenemos tropas, ni policía ni ninguna presencia, y no podemos hablar de lo que sucedió allí sin tener pruebas", remarcando que "en Siria, no somos como la Administración estadounidense que cree en fotos publicadas por redes sociales, pues somos un gobierno y tratamos con la realidad".

En el mismo marco, reafirmó que "lo que dice Kerry recuerda la gran mentira lanzada por el Secretario de Estado, Colin Powell, ante todo el mundo y en todas las pantallas de televisión sobre las armas de destrucción masiva en Iraq antes de la guerra".

El presidente puntualizó que "Siria va a hacer todo para evitar otra guerra loca en la región", reafirmando que "el Ejército sirio está avanzando y la situación ahora es mucho mejor de lo que era en el pasado".

Sobre la presencia de combatientes de Hezbolá en Siria, el presidente Al-Assad dijo: "los combatientes de Hezbolá se encuentran en la frontera con Líbano, donde fueron atacados por los terroristas y ellos responden, y nosotros cooperamos con ellos, y esto es bueno."

De vuelta a un posible ataque contra Siria, el presidente manifestó que "las encuestas de opinión muestran que la mayoría del pueblo estadounidense no quiere la guerra, no sólo en Siria sino en cualquier lugar; además, las guerras no han dado nada bueno a Estados Unidos desde la guerra de Vietnam, ni beneficios políticos ni económicos ni una buena reputación, incluso las guerra han bajado la credibilidad de los Estados Unidos a los niveles más bajos de la historia".


Respondiendo a otra pregunta sobre si Siria atacará a bases estadounidenses en Medio Oriente en caso de un ataque aéreo en su contra, el presidente dijo: "se debe esperar de todo, no necesariamente de parte de los gobiernos sino de diferentes partes, diferentes facciones y diferentes ideologías".

Sobre el por qué la guerra duró ya más de dos años y medio, el presidente dijo que "eso se debe a la injerencia externa y a la existencia de una agenda extranjera apoyada por Estados Unidos y Occidente, y los países del Petrodólar, básicamente Arabia Saudita, Qatar y Turquía".
En este sentido, el presidente precisó que no se puede resistir dos años y medio sin apoyo popular, resaltando que esa batalla no es de él, sino de Siria y del pueblo sirio.

Sobre cómo va a terminar esa guerra, el presidente Al-Assad dijo que "esa guerra termina una vez dejen los países occidentales de apoyar a los terroristas y presionar sobre los países marionetas como Arabia Saudita y Turquía, etc.

El presidente concluyó que "en las zonas controladas por los terroristas, ellos impiden que la gente vaya a la escuela, impiden a los jóvenes de afeitar la barba, imponen a las mujeres cubrirse de la parte superior de la cabeza hasta la planta de sus pies… en resumen, ellos imponen el estilo de vida de los talibanes en Afganistán… estamos preocupados porque si no conseguimos deshacernos de los terroristas extremistas y wahabíes, esto afectará al menos a las próximos generaciones…