La policía turca reprimió con gases lacrimógenos y porras a estudiantes de la Universidad Técnica de Medio Oriente que se negaban a que excavadoras destruyeran una zona arbolada de Ankara, la capital del país, para construir una carretera.


Los estudiantes de la Universidad Técnica de Medio Oriente fueron reprimidos con gases lacrimógenos mientras impedían que las máquinas demoledoras avanzaran hacia la zona natural del campus, que se encuentra en peligro debido a que pretenden convertir al lugar en carretera.

Además de arremeter contra los jóvenes con porras y gases lacrimógenos, las fuerzas de seguridad también detuvieron a 14 manifestantes.

En un gesto de solidaridad para con los estudiantes, en Estambul (noroeste) convocaron acciones de protestas, y tras esto, las autoridades procedieron a cerrar el parque Gezi, lugar donde se realizaría la manifestación.

Sin embargo, también se registraron manifestaciones en la ciudad de Istiklal, que fueron reprimidas igualmente por la policía con balas de goma y cañones de agua.


Desde el 27 de mayo, Turquía ha sido escenario de manifestaciones que exigen la renuncia del primer ministro Recep Tayip Erdogan y la fuerza pública. Las protestas comenzaron luego de la decisión del Ejecutivo de demoler el parque Gezi, ubicado en la plaza Taksim de Estambul para construir un centro comercial.

Estas manifestaciones han dejado seis muertos, entre ellos cinco civiles y un agente de la Policía. Como consecuencia de la represión policial cerca de ocho mil personas han resultado heridas, mientras que centenares están detenidas.