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Internacional

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Un preso de opinión en el país de la " libertad de opinión”.

Por Fatima Ali

Respondiendo a la cuestión del tribunal que le pedía precisar su reacción en caso de que el ejército de ocupación israelí invade nuevamente al Líbano, Georges Ibrahim Abdallah precisa con confianza que su reacción sería la misma de los franceses frente a la ocupación alemana: la resistencia, pero esta respuesta le costó caro porque el tribunal francés decidió suspender su liberación mientras que el período de seguridad combinado con su pena cual se acabó en 1999. La razón para la cual Georges Ibrahim Abdallah permanece hoy encarcelado en las prisiones francesas, pues su creencia en la elegibilidad de la liberación de su patria.

28 años fluyeron desde la detención del excombatiente de las Fracciones Armadas Revolucionarias libanesas (FARL), y a pesar de eso las autoridades francesas insisten a mantenerlo en la prisión. Esto representa una violación de los procedimientos jurídicos franceses y del Convenio europeo de los Derechos humanos, cual precisa que los detenidos condenados en una pena perpetuidad, deben ser liberados después de haber pasado un período máximo de 18 años.

Nacido en el norte de Líbano el 2 de abril de 1951, el profesor y militante pro palestino ha estado detenido en Lyon en octubre de 1984 por las autoridades francesas en respuesta a la acusación del FARL de ciertas operaciones, la más importante es la que había conducido a la muerte del agregado militar americano en París, Charles Robert Ray (el 18 de enero de 1982) y a la del diplomático israelí Yaacov Bar-Simantov (el 3 de abril de 1982). Jacques Attali, el consejero del presidente François Mitterrand, escribió el 6 de marzo de 1985 que Abdallah "es solamente inculpado de guadaña y el uso de guadaña. Dispone de un "verdad - falso" pasaporte argelino”.

Interrogado sobre este asunto, el antiguo director de la Dirección de la vigilancia del territorio que había contribuido a la batida de Georges Abdallah, Yves Bonnet afirmó que "esta injusticia había durado, hasta sobrepasar los límites razonable, nada más que justifica su encarcelamiento, que se lo pusiera en un avión y que lo reenvía a su casa Líbano, dónde las autoridades están dispuestas a recibirlo”.

Bonnet había elaborado, en 1985, un acuerdo entre las autoridades francesas y las de Argelia para cambiar a Georges Ibrahim Abdallah por el rehén francés Gilles Peyrolles. “El rehén ha sido liberado, pero Abdallah se quedó en prisión. Nos comportamos como golfos, Francia no cumplió su palabra, aunque era por mi parte, personalmente dispuesto a tenerlo", añade.

“Tengo un problema de conciencia con este asunto […] Hoy, casi 30 años después de los hechos, encuentro anormal y escandaloso de mantener todavía a Georges Ibrahim Abdallah en prisión. Considero que tenía el derecho a reivindicar los actos cometidos por el FARL como los actos de resistencia", declaró para los medios de comunicación franceses.

En julio de 2001, una bomba ha sido echada en este asunto; uno de los miembros del equipo de la defensa de Abdallah reveló que los servicios franceses de información le habían reclutado para espiar a Abdallah. Esto sea un escándalo dentro del sistema judicial francés que debía en respuesta a esta revelación anular la pena de Abdallah.

Las presiones americanas no faltaron a este asunto tampoco. En el momento de un encuentro con el presidente francés Mitterrand, el presidente americano Reagan abordó el sujeto de Abdallah. La injerencia de los Estados Unidos, la parte civil al proceso, ha sido utilizada repetidas veces para oponerse a la liberación de Georges Ibrahim Abdallah. En el momento de un alegato concluido el 17 de septiembre de 2007, el abogado de Abdallah, el Maestro Jacques Vergès denuncia esta injerencia y demanda la justicia francesa "de significar a nuestros condescendientes amigos americanos que Francia no es una chica sumisa, en una palabra una…”.
Vergès acusó de mentir al ministro francés de la justicia, Micaela Alliot-Marie que había declarado, durante una visita para Líbano, que Georges Ibrahim Abdallah era un criminal. “Porque el Fiscal del Tribunal Supremo no dejó de decir que hay que encarcelar a Georges Abdallah a causa de sus opiniones y a causa de su posición nacional". “Siento la vergüenza porque Francia del general de Gaulle se hizo un terreno para “Israel”. Es vergonzoso que Francia del general de Gaulle esté sometida a la administración americana […] Georges es sólo un combatiente de la libertad que hace frente a la ocupación", persiguió.

Hoy, y después de una larga indiferencia, el gobierno libanés decidió abrir el expediente del detenido libanés más antiguo en Francia. El Ministerio de Asuntos Exteriores dio sus instrucciones al cónsul de Líbano en Francia, que a su vuelta envió una carta oficial al Tribunal de Apelación de París que lo informaba que el Líbano está listo para recibir a Georges Abdallah. Y luego, el Comité de los Compañeros de Georges Abdallah visitó al primer ministro libanés Najib Mikati. Este último le pidió al Ministerio de Asuntos Exteriores preparar un expediente del asunto Abdallah para discutirlo durante su visita a París.

Joseph Abdallah, el hermano de Georges habló para Al-Intiqad del asunto del revolucionario del cual su familia está "totalmente orgullosa". “Pertenecemos a una familia militante y Georges es el hijo de esta familia. Hay unos millares de detenidos palestinos y otras nacionalidades en las prisiones que son expuestos a una injusticia histórica; Georges forma parte de este combate", dice.

Además, la intervención de EE.UU. en el asunto de Georges Abdallah no se manifiesta asombrosa para Joseph, porque los estadounidenses consideran que Georges " llevó un golpe severo a su servicio de contraespionaje”. Es "la sumisión de las autoridades francesas frente a las presiones americanas que es asombrosa y la posición de sus colegas libanesas que actúan como si el Líbano sea siempre un protectorado francés”.

“El espíritu de Georges Abdallah jamás bajó. Y en el curso de sus llamadas telefónicas, este militante no deja de hablar política aunque es consciente de que sus palabras están protegidas por los servicios franceses. Exprime sus convicciones y sus creencia en plena libertad", añade.

Según Joseph Abdallah, "Georges es un preso de opinión, porque no ha sido condenado por ningún acto criminal”. Y recuerda las palabras de Roland Dumas que había afirmado que Georges había practicado lo que su padre había practicado contra los Nazis.

Hoy, el gobierno libanés es llamado a poner fin a esta injusticia imperdonable, que sufre desde hace 28 años a un ciudadano libanés condenado por su hostilidad hacia los ocupantes de su patria y su creencia en la rectitud de la causa para la cual combatió.

| 04/02/2012