Las fuerzas de seguridad egipcias han iniciado a primera hora del miércoles el desalojo de las acampadas que protagonizan desde hace semanas centenares de seguidores del expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio.

Hermanos Musulmanes ha denunciado que diez personas han muerto y que varias decenas más han resultado heridas tras la irrupción de la Policía en la acampada en la plaza de Rabaa al Adaweya, la más concurrida de las dos existentes. Dicho balance no ha podido ser confirmado de forma independiente por el momento.

De otra parte, fuentes sanitarias han confirmado que al menos hubo dos muertos y casi veinte heridos. La policía egipcia informó de otro lado que habían confiscado armas y detenido a varios “protestantes violentos”.


Las cadenas de televisión egipcia han iniciado una retransmisión en directo de la intervención policial, en la que se puede ver a decenas de agentes y militares con blindaje disparando gases lacrimógenos contra los presentes.

Asimismo, las fuerzas de seguridad han emitido un mensaje a través de altavoces para solicitar a los manifestantes que abandonen la protesta de forma pacífica a través de corredores seguros garantizados por el Ejército. Por otra parte, algunos manifestantes han incendiado neumáticos para evitar el desalojo.

El Gobierno anunció a finales de julio que desalojaría las sentadas y argumentó motivos de seguridad para justificar tal decisión, que ha sido rechazada por las principales formaciones organizadoras de las protestas.

Hermanos Musulmanes y sus aliados han acusado a las nuevas autoridades de acceder al poder a través de un golpe de Estado militar y de lanzar una campaña de represión contra los seguidores de Mursi.