Internacional
Cristianos sirios amenazados de extinción
Los grupos takfiríes degüellan a todo aquel que califiquen de hereje
Por Luis Brizuela Brínguez – PL
Entre las múltiples y nefastas consecuencias de la guerra en Siria se encuentra hoy la amenaza de desaparición de las comunidades cristianas en una sociedad que refrenda el laicismo, amenazadas por el enconado fundamentalismo de grupos radicales islámicos.
Tal peligro se exacerba por la presencia de grupos yihadistas (que llaman a la Yihad o Santa Guerra) y takfiríes (extremistas) que buscan derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad e imponer un califato regido por la sharia o ley islámica.
Entre dichas agrupaciones sobresale el Frente al-Nusra, una derivación en territorio levantino de la red terrorista Al Qaeda, quienes imponen su credo a punta de espada o pistola, degollando o disparando a todo aquel que califiquen de hereje o rehúse convertirse al Islam.
Meses atrás, los de al-Nusra tomaron la localidad de al-Thawrah (también conocido como al-Tabqah), en la septentrional provincia de Raqqa, y se hicieron del control de su presa, el lago al-Assad, el mayor de su tipo en el país, al igual que su estratégica hidroeléctrica.
Los extremistas iniciaron la expulsión de todos los cristianos asirios que allí convivían, bajo la amenaza de que debían convertirse al islam o de lo contrario serían asesinados, detalla un reporte de la agencia Assyrian International News Agency.
También tomaron el control de las tres cuartas partes de las instalaciones donde se albergaban los trabajadores de la presa y sólo permitieron que permanecieran los musulmanes suníes para que continuaran manteniéndola operativa, precisa.
Según el artículo, los irregulares ocuparon los hogares de los cristianos y robaron sus bienes, los cuales venden en el mercado negro para comprar armas y municiones con las cuales combatir a las autoridades.
Testigos cristianos que huyeron de al-Thawrah, y que ahora se encuentran desplazados en otras partes del territorio nacional o en países como Líbano y Turquía, relataron al medio que los opositores armados demolieron toda imagen o ícono religioso de la Iglesia Ortodoxa de Antioquia de San Sergio y San Baco, la principal de la localidad.
Rompieron las cortinas del santuario, Biblias y otros libros sagrados, al igual que las cruces, sillas e iconos de Jesús y de los santos, lamentó un refugiado.
Otro ciudadano explicó que aunque abandonó la localidad, los extremistas se hicieron del número de su teléfono móvil por donde lo amenazan con frecuencia diciéndole que si retorna a al-Thawrah “le cortarán la cabeza y la mostrarán en la iglesia para que todos los musulmanes puedan verlo y sentirse orgullosos de ello”.
La iglesia estaba bajo jurisdicción de la Arquidiócesis de Alepo cuyo líder, el metropolita ortodoxo griego Boulos Yazigi quien fue secuestrado el 22 de abril junto con su par ortodoxo sirio de la misma ciudad, Gregorios Youhanna Ibrahim.
Ambos fueron retenidos por un grupo de chechenos asociados al Frente al-Nusra, quienes asesinaron al diácono que los acompañaba y trasladaron a los prelados hasta un sitio desconocido sin que hasta el momento se tengan noticias de ellos, señala un reporte de las autoridades que denunciaron el suceso a Naciones Unidas.
Tales hechos, unido a las cada vez más frecuentes masacres de los radicales islámicos contra comunidades de las minorías confesionales (alauitas, drusos, cristianos), empujan al éxodo en masa de dichos grupos ante el temor de ser víctimas del fundamentalismo de quienes algunos en Occidente insisten en calificar como rebeldes.