"Es probablemente el mayor problema en el mundo hoy en día, por el rumbo que está tomando" el conflicto, expuso Morell en una entrevista con el rotativo The Washington Post dos días antes de abandonar la agencia tras 33 años de servicio.


En su opinión, hay más combatientes extranjeros que se unen a las filas de grupos vinculados a Al Qaeda que en los peores tiempos de la Guerra de Iraq. Además, existe el riesgo de que el conflicto se extienda por la región o que el régimen del presidente Bashar Al Assad caiga y que Siria se convierta en un nuevo santuario para Al Qaeda, según Morell que también señaló que Irán, Corea del Norte y una guerra cibernética son otras de las amenazas contra la seguridad de su país.

Sobre Al Qaeda, el subdirector de la CIA aseguró que Estados Unidos ha podido disminuir "de forma significativa" la amenaza que supone, aunque la red extremista "también ha logrado sus victorias".

La CIA nombra a un comandante para supervisar la guerra contra Siria

La Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) ha nombrado a un comandante que será responsable de supervisar la ocupación de la ciudad siria de Daraa a través de Jordania.

"El general de brigada John Wright ha sido designado como comandante de operaciones y cooperación de EE.UU. para la guerra de poder en Siria", aseguró una fuente bien informada a la agencia FARS, con la condición de mantener el anonimato.


Wright, de 57 años, es un veterano que luchó en las guerras de Afganistán, Iraq y Libia. El general ya cuenta con una oficina en Ammán, la capital de Jordania, y mantiene contactos con Arabia Saudita, indicó la agencia.

Wright se reunió con el jefe de la Inteligencia de Arabia Saudita, príncipe Bandar bin Sultan, en Ammán. Tras ese encuentro, se suministraron varios misiles Stinger estadounidenses a los grupos que combaten contra el Gobierno de Bashar al Assad dirigidos por la CIA, agregó Fars.
Añadió que "en la actualidad 3.000 de estos rebeldes están siendo entrenados en la base de Jordania Al-Mouqar, ubicada cerca de la frontera con Siria".

Las opciones militares que EE.UU. baraja para injerirse en Siria van desde ataques puntuales contra las infraestructuras relacionadas con armas químicas, hasta emplazar a unos 20.000 efectivos en Jordania para efectuar una invasión terrestre, pasando por el envío de una mayor cantidad de armas a los rebeldes y la creación de zonas de exclusión aérea.