El presidente electo de Irán, Hassan Rohani, ha obtenido este sábado el respaldo del líder supremo de la República Islámica, su Eminencia el Gran Ayatolá Sayed Alí Jamenei, lo que le permitirá asumir oficialmente la Presidencia del país en sustitución de Mahmud Ahmadineyad para los próximos cuatro años.

Durante la ceremonia, celebrada este sábado, con la presencia de altos mandos del país y la asistencia de muchos líderes y presidentes de países vecinos e internacionales, el líder supremo reclamó a todas las corrientes políticas “cooperar con el nuevo gobierno para que pueda cumplir con sus responsabilidades”.


Asimismo, indicó que los enemigos de Irán “siguen ejerciendo su enemistad mediante las sanciones y las presiones”. Al mismo tiempo calificó de “contundente y significante” la respuesta de los iraníes ante todos los intentos políticos y propagandísticos de los enemigos destinados a desalentar al pueblo iraní.

Durante su discurso pronunciado en la ceremonia de ratificación del nuevo presidente iraní, El Imam Jamenei reiteró “el respaldo del pueblo iraní a la causa palestina”, y lamentó el hecho de que después de 65 años (de ocupación) “la entidad sionista sigue masacrando al pueblo palestino”.

Aseguró que la democracia es la base de la creación de la República Islámica, al mismo tiempo, destacó la relación ejemplar que existe entre el pueblo y el Gobierno iraníes y agradeció al pueblo su participación multitudinaria, consciente y prudente en las elecciones. “la Revolución Islámica (1979) ha traído democracia para los iraníes y ha permitido al pueblo asumir la responsabilidad de sus tareas en el marco del Islam”, apuntó.

Concluyó felicitando al nuevo cargo y le deseó éxito durante el desempeño de esta gestión tan delicada y valiosa.

Rohani: adoptaré una política moderada para dirigir el país

Por su parte, el nuevo presidente de la República Islámica de Irán anunció que aplicará cambios en la política exterior y una actitud "constructiva de interacción con el mundo".

"En el ámbito internacional también adoptaremos nuevos pasos para fomentar a la nación iraní, garantizar los intereses nacionales y acabar con las sanciones. Aunque hay muchas limitaciones, el futuro es brillante y prometedor", argumentó en un corto discurso.


Haciendo referencia a los problemas económicos, apuntó que “debemos dar más atención a la economía nacional”,  y tratar de resolver los problemas contando con las facultades del pueblo. "La orientación del Gobierno de Irán es la salvación económica, la interacción constructiva con el mundo y la restauración de la moralidad", aseguró.

Rohani indicó que “la participación del pueblo iraní desmintió las alegaciones de los enemigos de que había un estrecho entre el régimen y el pueblo, al mismo tiempo reiteró el respaldo del pueblo a los principios de la Revolución islámica”.

"La moderación no implica desviarse de los principios y no es conservadora ante el cambio y el desarrollo. La moderación (...) es una actitud activa y paciente en la sociedad para alejarse del abismo del extremismo", declaró Rohani. Y agregó “adoptaré una política moderada como base principal para dirigir el país”.