Siria busca combatir hoy el tráfico ilegal de personas, otro de los delitos y fenómenos negativos que ha florecido como consecuencia del conflicto armado que padece el país desde hace más de dos años.

El ministro del Interior, mayor general Mohamad al-Shaar, afirmó en este sentido que la crisis generada por los ataques de los grupos opositores armados, obliga a prestar más interés a la lucha contra los delitos organizados, encabezados por la explotación ilegal de personas.

Durante una reunión el jueves en esta capital con el Comité de redacción del Plan Nacional de lucha contra delitos del tráfico ilegal de personas, el titular enfatizó que las condiciones actuales propiciaron la aparición de bandas organizadas.


Muchas de esas entidades explotan la difícil situación de los sirios en los campamentos de refugiados en los países vecinos, sobre todo en el campamento de al-Zaatari en Jordania y los de Turquía, y se les somete a varios tipos de esclavitud, denunció.

Al-Shaar consideró que la aplicación más estricta del decreto No. 3 de 2010 sobre el enfrentamiento al tráfico ilícito de personas y de los convenios internacionales contra el crimen organizado suscritos por Siria, permitirá combatir la explotación de personas y su empleo en redes de prostitución, profesiones contrarias a la dignidad humanas o en actos que afectan la estabilidad del Estado.

El alto funcionario analizó que el envío de mercenarios por parte de varios gobiernos regionales para que destruyan la infraestructura nacional y asesinen civiles, constituye un ejemplo de tráfico ilícito de personas.

Los llamados rebeldes o revolucionarios se alimentan desde edades tempranas con ideas extremistas y vienen a sabotear el país y derrocar al gobierno, añadió.

Exigió al mismo tiempo más esfuerzos de las autoridades y de las organizaciones internacionales pertinentes para hacer frente a este fenómeno y procesar a sus autores ante los tribunales.

Prensa Latina