Internacional
Millones de egipcios arrinconan a Mursi
Egipto recupera su revolución y exige la dimisión del presidente
Las principales plazas y sus calles adyacentes en El Cairo se ocultaron ayer domingo bajo la avalancha humana, millones de manifestantes opositores al presidente egipcio, Mohamed Mursi, salieron a las calles de El Cairo y de otras partes del país en un intenso esfuerzo para echar a Mursi del puesto un año después de que lo asumió.
Con banderas egipcias y retratos del mandatario tachados con rojo, las multitudes acudieron a la simbólica Plaza Tahrir en el corazón de El Cairo y otros puntos de todo el país. Los gritos de “Erhal” (lárgate) resonaban en la plaza, donde surgió el levantamiento popular de 2011 que derrocó al presidente Hosni Mubarak. Fuegos artificiales iluminaron el cielo. Hombres y mujeres, algunos con niños pequeños en los hombros, coreaban “¡por las buenas o las malas, haremos caer a Mursi!”.
Al mismo tiempo, miles de partidarios del presidente se reunieron en una exhibición de apoyo a Mursi afuera de la mezquita de Rabia al-Adawiya. Algunos portaban chalecos antibalas caseros, cascos de construcción, escudos y bastones como precaución en caso de que hubiera violencia, según dijeron.
La oposición exige la dimisión de Mursi
"En el nombre del pueblo egipcio, con todas sus facciones, el Frente de Salvación Nacional (FSN) anuncia su apoyo público a la destitución del régimen de Mursi y de Hermanos Musulmanes", ha dicho el principal grupo opositor, en un "comunicado revolucionario".
El FSN ha hecho un llamamiento al pueblo egipcio a "seguir con la revolución" y ha confiado en que finalmente "conseguirá imponer su voluntad, que se ha expresado de forma inequívocamente clara en todas las plazas de Egipto".
Por su parte, el Movimiento Juvenil 6 de Abril y el Partido Constitución han anunciado el inicio de una sentada frente al Palacio de Abdeen, una de las residencias presidenciales en El Cairo, para exigir la dimisión de Mursi.
"Nuestra asamblea pacífica enfrente del Palacio de Abdeen es un nuevo instrumento de presión contra el Gobierno para conseguir elecciones presidenciales anticipadas", ha dicho su portavoz, Mohamed Adel, en una rueda de prensa.
El movimiento Tamarod
En la misma línea se ha expresado el movimiento Tamarod (rebelión), promotor de las manifestaciones para exigir la dimisión de Mursi, a quien le ha dado un plazo de 24 horas para abandonar la Presidencia.
"En el nombre de los 22 millones de egipcios que han firmado la petición rebelde, anunciamos que Mursi ya no es el legítimo presidente de Egipto", ha dicho en un comunicado.
El movimiento Tamarod emprendió una campaña para recoger más de 15 millones de firmas, con el fin de superar el número de votos conseguidos por Mursi en las elecciones presidenciales de hace un año. Según ha afirmado, ya ha conseguido 22 millones de firmas.
"Damos a Mursi hasta el próximo martes, 2 de julio, a las 17.00 horas para abandonar el poder, con el fin de permitir que las instituciones estatales se preparen para unas elecciones presidenciales anticipadas", ha indicado.
El grupo opositor ha advertido de que, en caso de que Mursi desoiga este llamamiento, "la desobediencia civil empezará el próximo martes a las 17.00 horas". Además, ha instado a las Fuerzas Armadas, la Policía y la Judicatura a "ponerse del lado del pueblo".
La violencia no estalló
La jornada de movilización nacional se ha saldado con la muerte de al menos siete personas y más de 600 heridos. Cinco personas murieron en tiroteos contra manifestantes opositores en el sur de Egipto. Después del anochecer, jóvenes atacaron las oficinas de la Hermandad Musulmana en El Cairo valiéndose de piedras y bombas incendiarias, lo cual desencadenó enfrentamientos
Sin embargo, la violencia descontrolada que muchos temen no ha estallado hasta el momento. En su lugar, las gigantescas movilizaciones contra Mursi fueron festivas y de celebración, a pesar de que numerosos informes de la Policía del domingo revelaron que se incautaron armas de fuego, explosivos e incluso proyectiles de artillería en varios lugares del país, como Alejandría y las afueras de El Cairo.
A medida que las movilizaciones aumentaban de dimensión, el portavoz de Mursi reiteró la propuesta de diálogo que presentó el mandatario desde hace tiempo a la oposición para resolver la crisis política y la describió como “el único marco mediante el cual podemos alcanzar un entendimiento”.