El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, ha vuelto a la ciudad ocupada de Al-Quds (Jerusalén), Ramala y Ammán para negociar con israelíes y palestinos su vuelta a las negociaciones.

En su quinto viaje a la zona en los escasos meses que lleva en el cargo, Kerry se reunió con el rey Abdolá de Jordania, con el primer ministro de la entidad israelí, Benjamín Netanyahu, y con el presidente palestino, Abu Mazen.


Las informaciones filtradas de los encuentros apuntan flexibilización de posturas. No obstante, la tarea de Kerry no es nada fácil, en el bando de Netanyahu acusan a Abu Mazen de no aceptar un compromiso y no tener el apoyo de todo su pueblo para negociar y aplicar un acuerdo teniendo en cuenta que la Franja de Gaza es controlada por el movimiento Hamas.

Mientras en el bando opuesto, el de Abu Mazen, acusan a la ocupación de "continuar la colonización" y a Netanyahu de querer negociar sólo con el objetivo de perder tiempo y reducir la presión internacional.


Según un diplomático occidental, Abu Mazen podría renunciar a la exigencia de la congelación en la construcción en las colonias en Cisjordania. A cambio, pediría la puesta en libertad de un centenar de prisioneros detenidos en las cárceles israelíes.

Los analistas en la entidad sionista creen en "la seriedad" de Netanyahu en las negociaciones. Así, el diario “Haaretz” citó a un destacado ministro y dirigente del derechista Likud revelando que si se cumplen las demandas de “Israel” sobre seguridad, Netanyahu aceptaría retirarse de gran parte de Cisjordania incluyendo evidentemente la evacuación de numerosas colonias.