Internacional
Las Fuerzas Armadas salvan a Líbano del caos y la “guerra sectaria”
Al-Mustaqbal excita los ánimos e incita al caos y la sedición
Una vez más Líbano estaba al borde del abismo, los predicadores del odio y la división estaban a punto de llevar el país al caos y la lucha sectaria. El movimiento libanés “Al-Mustaqbal” alertó a sus seguidores y a sus milicianos incitándoles a tomar las calles desde Sidón hasta Trípoli. La orden salió de la sala negra de operaciones y se difundió a través de los altavoces llegando a convertirse en disparos, agresiones y cerrar mezquitas. Al-Mustaqbal perdió los nervios tras el fracaso de su plan sectario tras la caída de Ahmed al-Asir que formaba papel principal en ese plan.
El viernes, Al-Mustaqbal obligó a los devotos musulmanes a efectuar la oración del viernes en una determinada mezquita, la de Zaatari, después de cerrar con la fuerza las otras mezquitas en la ciudad de Sidón, pese a las protestas de algunos imames.
La ciudad de Sidón que apenas ha salido de la batalla provocada por la banda de Al-Asir y sus partidarios, ha vuelto a ser escenario de disturbios violentos, nada más terminado el discurso del viernes en la mezquita Al-Zaatari, un discurso instigador contra el ejército libanés y las fuerzas políticas que le respaldan (en referencia a Hezbolá), los seguidores del Sheij Ashahal y los partidarios de Al-asir han intentado irrumpir en la zona donde ocurrieron los choques del domingo pasado en Abra. Los militares estacionados allí les impidieron el paso y les obligaron a retroceder.
Durante el intento se escucharon disparos de entre los atacantes, que según testigos había varias personas que llevaban pistolas.
El Imam de la mezquita Al-Quds, sheij maher hammoud, ha criticado la acción violenta y ha condenado la forma en que se están llevando las cosas en Sidón. “Esperábamos más conciencia política y religiosa, pero al contrario vemos que las cosas se empeoran” dijo Hammoud.
“Parece que hay quien quiere heredar el papel instigador de Al-asir en la ciudad”, añadió.
Trípoli tomada por grupos armados
De otra parte, en la ciudad de Trípoli, los grupos armados se impusieron y tomaron las calles paralizando todas las actividades cotidianas, cerraron los comercios y rompieron las cámaras de vigilancia, bloquearon las carreteras con neumáticos incendiados. Asimismo los armados rompieron un monumento homenaje a los mártires del ejército libanés en la puerta sur de la ciudad.
A últimas horas de la tarde, la estabilidad se recuperaba poco a poco, debido a que las fuerzas del ejército, pese a las provocaciones y los insultos, supo cómo contener la furia desatada y evitó que el país cayera en catástrofe y violencia sectaria.