Internacional
Indignación por un horrible asesinato en Egipto
Unánime condena por el linchamiento de cuatro personas
El presidente y el primer ministro de Egipto, Mohamed Mursi y Hisham Kandil, respectivamente, han condenado este lunes el asesinato de cuatro chiíes tras un linchamiento a manos de radicales takfiríes en la localidad de Zawyat Abu Musalam, ubicada en los alrededores de El Cairo.
Fueron a por ellos porque eran chiíes, en cuanto los invitados llegaron a la casa en la que supuestamente se iba a celebrar una ceremonia religiosa, cientos de radicales de mentalidad takfirí asaltaron la vivienda arengados por gritos de «¡infieles!», arrastraron a cuatro hombres hasta la calle, entre ellos un líder religioso, los apalearon y acuchillaron hasta la muerte y los arrastraron durante horas por las polvorientas calles de este pequeño pueblo a las afueras de El Cairo.
Entre los muertos en Zawyat Abu Musalam se encuentra Hassan Shehata, de 66 años, un prominente clérigo chií que ya fue encarcelado en dos ocasiones durante la época de Mubarak. Su muerte y la del resto de víctimas del linchamiento fue filmada por teléfonos móviles y subida a Youtube.
Los agresores lanzaron granadas incendiarias contra la vivienda que se incendió rápidamente, según testigos. En la agresión ha habido otras siete personas heridas.
Algunos imames radicales predican el odio contra los chiíes
Los terribles sucesos del pasado domingo en el pueblo de Zawyat Abu Musalam han provocado un reguero de condenas, desde la presidencia hasta la institución de Al-Azhar, pasando por el partido radical Al-Nur o, por supuesto, la oposición laica.
"El Estado no será indulgente con los que amenacen la seguridad del país y la unidad de su pueblo", ha dicho la Presidencia a través de un comunicado, en el que ha destacado que los responsables del crimen serán llevados ante la justicia.
Por su parte, Kandil ha expresado su rechazo a "cualquier discurso del odio", así como "a la incitación a la violencia y la sedición" y ha apuntado que el crimen "contradice todas las doctrinas religiosas".
A los comunicados de condena se han unido el Consejo Nacional por los Derechos Humanos y la Universidad de Al-Azhar, la institución suní más importante del mundo.
El consejo, de carácter semigubernamental, ha indicado que "los recientes eventos son incompatibles con los valores de la sociedad recogidos por la Constitución" y ha recomendado a todas las figuras religiosas nacionales que adopten una retórica apropiada y que ensalcen el concepto de ciudadanía.
Poco después, la Universidad de Al-Azhar ha recalcado que "la violencia representa una clara violación del Islam y del concepto de humanidad" y ha sostenido que "los asesinos amenazan con arrastrar al país hacia el conflicto sectario".