Los ministros de 11 países del mal llamado “Grupo de Amigos de Siria” se reúnen el sábado en Doha, capital de Qatar, con el fin de coordinar la ayuda para los “rebeldes” que combaten contra Siria, y que piden sobre todo armas pesadas.


Tras advertir el jueves que había un riesgo de "catástrofe humanitaria" si no obtienen armas pesadas, tras la intensificación de las operaciones del ejército, el coordinador político del denominado Ejército Sirio Libre (ESL), Loay al-Moqdad, afirmó que unos países que apoyan a la oposición les habían entregado recientemente una cantidad de armas "modernas" que pueden "cambiar el curso de la batalla" contra las tropas del régimen.

El jueves, el ESL reclamó misiles antiaéreos y antitanque y que se imponga una zona de exclusión aérea sobre las zonas que controlan los rebeldes. "Necesitamos misiles tierra-aire de corto alcance, misiles antitanques, morteros, municiones", entre otras cosas, dijo Mokdad. "También necesitamos material de comunicación, chalecos antibalas, máscaras de gas", agregó.

El viernes, el mismo portavoz afirmó que el ESL recibió "cantidades de armas modernas, entre ellas algunas que pedíamos y que estimamos que cambiarán el curso de la batalla en el terreno". No precisó el tipo de armas suministradas, “por razones de seguridad militar y por deseo de los países que proporcionaron el arsenal”, según expresó.


"Estas armas se utilizarán con un único objetivo, el de combatir al régimen de Bashar Al Asad", precisó el portavoz. "Serán juntadas después de la caída del régimen, nos hemos comprometido a ello con países hermanos y amigos" que suministraron estas armas, añadió Mokdad.

Los once países que participarán en la reunión de Doha son Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Italia, Jordania, Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Egipto.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se había negado el miércoles a precisar la índole de la ayuda estadounidense prometida a las "fuerzas de destrucción" sirios, después de que algunos responsables estadounidenses dieran a entender que se podría tratar de un suministro de armas ligeras. Algunos analistas vaticinan que el envío de armas ligeras a los insurgentes no desequilibrará la balanza en contra de las fuerzas gubernamentales.


El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, había descartado el jueves que Francia entregue armas "que luego podrían usarse contra ella". "En la mañana del sábado, en Doha, intentaremos hacer una evaluación de la situación en el terreno y ver cómo se puede ayudar a la Coalición y lograr una solución política", agregó.

Sobre el terreno, las fuerzas del Ejército Sirio están aplastando los focos de terrorismo en Damasco, sobre todo en el noreste de la capital y sus inmediaciones.

De otro lado, el presidente ruso, Vladimir putín, manifestó que (el presidente sirio Bashar) al-Assad se enfrenta a milicianos extranjeros, entre ellos 600 mercenarios de Rusia y Europa. Putín mostró también su preocupación por el “destino final” de las armas entregadas a las milicias en Siria.