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Internacional

Un muerto y tres heridos en las masivas protestas de indignados

Un muerto y tres heridos en las masivas protestas de indignados

Más de un millón se han manifestado en las calles, sólo en Río 300.000


La oleada de protestas en el país ha llegado esta madrugada a su mayor alcance. Alrededor de un millón de personas se han congregado en las calles de diferentes ciudades brasileñas.

Además, tras más de diez días de protestas. esta noche se han registrado la primera víctima mortal. Un joven de 18 años ha muerto y al menos tres han resultado heridos en Ribeirao Preto, a 313 kilómetros de São Paulo.

Un muerto y tres heridos en las masivas protestas de indignados

Según las primeras informaciones ofrecidas por la TV Globo, durante la protesta, el conductor de un vehículo, impedido de circular libremente a raíz de la movilización, atropelló adrede a los manifestantes que marchaban por las calles de un barrio de clase media alta de la ciudad.

En Rio de Janeiro, hasta 300.000 personas se reunieron en el centro de la ciudad. La policía había repartido 30.000 panfletos pidiendo que la marcha se desarrollara en paz, pero no fue útil para todos. Se registraron enfrentamientos con los agentes policiales, con pequeñas hogueras urbanas y con intento de invasión en el Ayuntamiento.

En São Paulo, el ambiente era más pacífico. Quienes pidieron orden y protestas pacíficas se impusieron a los agitadores, así como los partidarios que exigieron a los miembros de grupos políticos que no mostraran sus banderas.

Un muerto y tres heridos en las masivas protestas de indignados

En Fortaleza, la destrucción de mobiliario urbana fue aplacada por la policía cuando los manifestantes intentaron acercarse al estadio, poco antes de que se celebrara el encuentro Nigeria-Uruguay, correspondiente a la Copa Confederaciones. El gasto en megaeventos deportivos en vez de en sanidad y educación es una de las reivindicaciones más recurrentes entre los manifestantes.

Dilma Roussef, custodiada por el ejército

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, trabaja en su oficina del Palacio del Planalto, en Brasilia, protegida por un escudo humano formado por hombres del Ejército y la Policía. La seguridad de la sede presidencial está a cargo de unos 200 hombres de las Fuerzas Armadas y de la Policía, que impiden la invasión de manifestantes.

Además, la presidenta brasileña ha convocado para este viernes una reunión de emergencia de su gabinete para tratar la situación generada por las protestas.

| 21/06/2013