Internacional
Solado Canadiense acusado de espionaje a un entidad extranjera
El soldado canadiense Jeffrey Delisle fue acusado por la justicia de su país de pasar información secreta a una entidad extranjera en los últimos cinco años.
El sospechoso de espionaje Jeffrey Paul Delisle fue arrestado el fin de semana y apareció el lunes en una corte de Halifax. Se enfrenta a una serie de cargos regulados por la Ley de Seguridad de la Información vigente en el país, además del cargo de incumplimiento de confianza, regido por el Código Penal, informó AFP.
“Jeffrey Paul Delisle, de 40 años, está acusado de traspasar información a una entidad extranjera la cual el gobierno de Canadá está adoptando medidas para proteger”.
La fuente judicial no reveló los datos que fueron divulgados, ni el nombre de quien los recibía. De acuerdo con el expediente del caso, las filtraciones ocurrieron entre julio de 2007 y enero de 2011, y fueron detectadas en bases de datos ubicadas en Ottawa, la capital del país, Halifax y en ciudades de las provincias de Ontario y Nueva Escocia.
El acusado, en caso de ser declarado culpable, puede cumplir una condena que va desde una pena de cinco años hasta cadena perpetua, según estipula la Ley de Seguridad canadiense.
El comisionado policial Bob Paulson aclaró el lunes que este suceso no representa un peligro para la seguridad nacional de Canadá y afirmó que es la primera vez que un ciudadano es imputado sobre la base del Acta para la Seguridad en la Información.
| El sospechoso de espionaje Jeffrey Paul Delisle fue arrestado el fin de semana y apareció el lunes en una corte de Halifax. Se enfrenta a una serie de cargos regulados por la Ley de Seguridad de la Información vigente en el país, además del cargo de incumplimiento de confianza, regido por el Código Penal, informó AFP.
“Jeffrey Paul Delisle, de 40 años, está acusado de traspasar información a una entidad extranjera la cual el gobierno de Canadá está adoptando medidas para proteger”.
La fuente judicial no reveló los datos que fueron divulgados, ni el nombre de quien los recibía. De acuerdo con el expediente del caso, las filtraciones ocurrieron entre julio de 2007 y enero de 2011, y fueron detectadas en bases de datos ubicadas en Ottawa, la capital del país, Halifax y en ciudades de las provincias de Ontario y Nueva Escocia.
El acusado, en caso de ser declarado culpable, puede cumplir una condena que va desde una pena de cinco años hasta cadena perpetua, según estipula la Ley de Seguridad canadiense.
El comisionado policial Bob Paulson aclaró el lunes que este suceso no representa un peligro para la seguridad nacional de Canadá y afirmó que es la primera vez que un ciudadano es imputado sobre la base del Acta para la Seguridad en la Información.