Miembros de las fuerzas especiales se enfrentaban este sábado contra un grupo de activistas armados en la ciudad libia de Benghazi después de que manifestantes atacaran edificios de la policía y del ejército.


El líder interino del ejército libio advirtió del riesgo de un "baño de sangre" cuando estos enfrentamientos estallaron, una semana después de que los disturbios dejaran más de 30 personas muertas.

Se escuchaban disparos y explosiones cerca del cuartel general de las fuerzas especiales, cerca del centro de la ciudad. Las fuerzas especiales indicaron que se encontraban inmersas en enfrentamientos con armas ligeras y disparos de cohetes contra un grupo "fuera de la ley" e informaron de dos heridos en sus filas.

Los enfrentamientos se producen horas después de que decenas de manifestantes obligaran a una brigada de exrebeldes que lucharon contra el régimen de Muamar Gadafi a abandonar su base de Benghazi el viernes por la noche.


El jefe del Estado Mayor Interino, Salem al-Konidi, advirtió, en una declaración a la cadena de televisión Al-Aseema, del riesgo de un "baño de sangre" y una "catástrofe" en Benghazi.

"Si las fuerzas especiales son atacadas, habrá un baño de sangre (...) Podría haber una catástrofe en Benghazi", previno Konidi, quien afirmó no conocer a los asaltantes ni sus motivos.