Los soldados checos levantaron barreras de metal y apilaron sacos de arena el domingo para proteger el casco histórico de Praga de inundaciones días después de que las fuertes lluvias desbordaran varios ríos y obligaran a evacuar algunas zonas bajas.


Las autoridades de Praga también limitaron el transporte público y cerraron estaciones de metro mientras el agua del río Moldava inundaba partes de la ciudad vieja.

La zona histórica es un lugar patrimonio de la UNESCO e incluye cientos de edificios, iglesias y monumentos bien conservados, muchos de los cuales datan del siglo XIV, entre ellos el puente de Carlos que cruza el Moldava.


"Dada la actual situación, he declarado el estado de peligro en la zona de la capital", dijo el alcalde en funciones Tomas Hudecek en rueda de prensa.

Las inundaciones se han cobrado la vida de al menos una persona y hay varias desaparecidas en toda la República Checa. La crecida de los ríos ha obligado a realizar evacuaciones, cerrar autovías y líneas férreas en el oeste y sur de Bohemia.