Internacional
La violencia en Birmania se extiende a las provincias centrales
Una mezquita y una madrasa (escuela coránica) fueron destruidas por turbas budistas
Incidentes violentos entre musulmanes y budistas se registraron anoche en las provincias centrales de Birmania tras el estallido de un nuevo brote de violencia sectaria en el noroeste del país, informan hoy los medios locales.
Al menos una mezquita y una madrasa (escuela coránica) fueron destruidas por turbas budistas en la ciudad de Mone, en la provincia de Pegu, a unos 200 kilómetros de Rangún, la antigua capital del país.
Las autoridades indicaron que aún no se ha detenido a nadie relacionado con la destrucción de los edificio religiosos y que la ciudad hoy permanece bajo control.
Al menos una persona murió y otras cuatro resultaron heridas en acciones de las fuerzas de seguridad para contener los disturbios surgidos hace dos días en la ciudad de Lashio, de la región Shan.
La portavoz presidencial, Ye Htut, indicó que los efectivos de la Policía se vieron obligados a hacer disparos al aire con el fin de disolver a los grupos de alborotadores que recorrían las calles.
Varias decenas de edificios, incluida una mezquita y un orfanato, fueron devorados por el fuego provocado en esta localidad.
La ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y los gobiernos de otros países han expresado su preocupación por que los disturbios puedan contribuir a descarrilar las reformas que acomete Birmania después de casi medio siglo de regímenes militares.
Al menos una persona ha muerto en el marco de los enfrentamientos que se desataron el pasado martes entre las comunidades musulmanas y budistas de la ciudad de Lashio, ubicada en la provincia de Shan, en el este de Birmania.
Se trata del último brote de violencia religiosa en un año que ha estado plagado de ellos. Desde finales de 2012 cientos de personas han muerto por los choques entre musulmanes y budistas en Rajine y Meiktila.
Birmania tiene cerca de 60 millones de habitantes, de los que el 89 por ciento son budistas, un 4 por ciento musulmanes y el resto de otras religiones.
| Incidentes violentos entre musulmanes y budistas se registraron anoche en las provincias centrales de Birmania tras el estallido de un nuevo brote de violencia sectaria en el noroeste del país, informan hoy los medios locales.
Al menos una mezquita y una madrasa (escuela coránica) fueron destruidas por turbas budistas en la ciudad de Mone, en la provincia de Pegu, a unos 200 kilómetros de Rangún, la antigua capital del país.
Las autoridades indicaron que aún no se ha detenido a nadie relacionado con la destrucción de los edificio religiosos y que la ciudad hoy permanece bajo control.
Al menos una persona murió y otras cuatro resultaron heridas en acciones de las fuerzas de seguridad para contener los disturbios surgidos hace dos días en la ciudad de Lashio, de la región Shan.
La portavoz presidencial, Ye Htut, indicó que los efectivos de la Policía se vieron obligados a hacer disparos al aire con el fin de disolver a los grupos de alborotadores que recorrían las calles.
Varias decenas de edificios, incluida una mezquita y un orfanato, fueron devorados por el fuego provocado en esta localidad.
La ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y los gobiernos de otros países han expresado su preocupación por que los disturbios puedan contribuir a descarrilar las reformas que acomete Birmania después de casi medio siglo de regímenes militares.
Al menos una persona ha muerto en el marco de los enfrentamientos que se desataron el pasado martes entre las comunidades musulmanas y budistas de la ciudad de Lashio, ubicada en la provincia de Shan, en el este de Birmania.
Se trata del último brote de violencia religiosa en un año que ha estado plagado de ellos. Desde finales de 2012 cientos de personas han muerto por los choques entre musulmanes y budistas en Rajine y Meiktila.
Birmania tiene cerca de 60 millones de habitantes, de los que el 89 por ciento son budistas, un 4 por ciento musulmanes y el resto de otras religiones.