El ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, anunció en Iraq su "decisión de principio de participar en la conferencia internacional prevista en Ginebra", y estimó que dicho encuentro será "una buena oportunidad para encontrar una solución política a la crisis en Siria".

Mientras tanto, la llamada “Coalición siria” opositora sufrió este lunes un serio revés al fracasar nueva intentona de unión. Reunidos desde el jueves en Estambul, los miembros de la coalición han fracasado en una votación para aumentar el número de sus miembros, lo que pone en duda su participación en la conferencia internacional de paz de Ginebra 2.

Tras cuatro días de difíciles tratativas para definir una lista de 22 nuevos participantes, sus miembros sólo lograron ratificar la adhesión de ocho, dijo a la prensa Jaled Saleh, su portavoz.


Al concluir la votación, muchos opositores dudaron de las consecuencias que en su opinión aumentarían las divisiones dentro de la coalición, en especial la víspera de una reunión muy importante prevista para el lunes.

El representante de la coalición en Francia, Monzer Majos, dijo en contestación a una pregunta a la Agencia France Press que “lo que ha ocurrido es algo muy malo, es una desastre”.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, expresó por su parte su deseo de ver avanzar este proyecto de conferencia durante un encuentro previsto el lunes por la noche con sus homólogos estadounidense y ruso para tratar de los preparativos de la conferencia internacional.

"Parece que en el lado del régimen de Bashar al-Asad se han avanzado algunos nombres" para representar a Damasco en la mesa de negociaciones, declaró Fabius, quien añadió que esperaba que la coalición de la oposición siria pudiera hacer lo propio.

Los Kurdos de Siria opuestos al régimen indicaron su voluntad de ir a Ginebra, sea en las filas de la Coalición de la oposición o independientemente.

En paralelo, los europeos, divididos desde hace meses sobre la entrega de armas a los rebeldes, se reúnen el lunes en Bruselas, cuando el dispositivo de sanciones contra el régimen sirio, en el que figura el embargo de armas, finaliza el 31 de mayo a medianoche.

La organización humanitaria Oxfam estimó que un levantamiento del embargo podría tener "consecuencias devastadoras" para la población civil. Eso "sería irresponsable y podría acabar con el frágil atisbo de esperanza que ofrece la cumbre americano-rusa".